“El futuro de la inteligencia artificial implica un regreso a la energía nuclear”, reconoció Demian Reidel, jefe del gabinete de asesores económicos del presidente Javier Milei, al reconocer el objetivo que tendrá el Plan Nuclear que se anunció por cadena nacional después de un año de abandonar la inversión en el sector.
“No hay ningún tipo de energía que tenga la capacidad de alimentar a estos monstruos y además ser limpia”, dijo Reidel en la conferencia que la Sociedad Argentina de Inteligencia Artificial organizó el 31 de octubre pasado. Recién en el discurso del presidente Milei para celebrar el primer año de su gestión se entendió el mensaje de Reidel. “Vamos a diseñar un Plan Nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación en las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”, dijo Milei.
En el mismo discurso anunció que a cargo de ese plan estará la misma persona que lo convenció de desarrollar el centro de IA y con quien dijo alguna vez que está reescribiendo la teoría económica para ganar el Premio Nobel: el propio Reidel.
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Los centros de datos, la IA y las criptomonedas ya representan alrededor del 2% (460 TWh) de la demanda energética mundial, según la Agencia de Energía Internacional, según reveló en su último informe la consultora EPyCA.
En materia energética, la consultora advirtió que el principal problema hoy en Argentina no es la generación, sino el transporte de la electricidad generada, ya que el Sistema Interconectado Nacional está en general al límite en su capacidad de inyectar y transportar más energía.
Milei planteó darle prioridad a construir nuevos reactores, en especial pequeños o modulares, lo que se presentó como paradójico, viniendo de un Gobierno que durante 2024 retrasó las obras para extender la vida útil de Atucha I por 20 años, que demandará 30 meses y US$ 700 millones de inversión pública; y ninguneó el desarrollo del CAREM, el reactor precisamente de mediana potencia que desarrollaron científicos locales con integración nacional.
“La decisión de anunciar un Plan Nuclear no parece estar motivada por una planificación estratégica a largo plazo, de la cual Milei explícitamente reniega; sino por la influencia del entorno cripto y de su asesor Damián Reidel”, evaluó. EPyCA. Reidel explicó en la conferencia de SAIA “Conectando al ecosistema IA” tres motivos por los cuales cree que Argentina tendrá éxito en desarrollar el polo:
- “En Europa, lo mejor que saben hacer es sobre regular. Matan toda innovación. Los anuncios son las empresas no van a lanzar tal producto por la regulación”, dijo
- “Los chinos no podemos contar que tengan una actitud colaborativa”, agregó.
- “Lo único que queda es Estados Unidos”, donde “todavía no queda claro el tema regulatorio en el Congreso”, concluyó.
Sobre ese análisis y considerando que “Argentina está alineado” con Washington y que ”tenemos energía, acceso al agua y tierra planas sin terremotos” es que el país se convertirá en ese polo.
EPyCA repasó el abandono del gobierno de Milei al plan nuclear argentino y en especial a la construcción del reactor CAREM, que probablemente el presidente no conocía ni de su existencia al plantear que iban a desarrollar algo similar a lo que ya existe.
“El CAREM es un ambicioso proyecto de reactor pequeño, iniciado durante la presidencia de Raúl Alfonsín y que sistemáticamente fue demorado por la mayor parte de los Gobiernos posteriores. Por diseño, tiene un 70% de composición de producción nacional, con más de 1.000 proveedores de distintos servicios, ingeniería y componentes”, recordó.
Entre esos proveedores se encuentra IMPSA, centenaria empresa mendocina que entró en crisis y fue parcialmente estatizada en 2021. IMPSA es la primera compañía en proceso de privatización por parte del gobierno de Javier Milei y la empresa estadounidense compradora tiene la intención de desvincularla de la provisión de estas tecnologías y dedicarla a construir puentes grúa.
La empresa responsable de las centrales nucleares es la estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), que fue autorizada a privatizar parcialmente por la Ley Bases, con la limitación de que el Estado nacional mantenga “control o participación mayoritaria en el capital social” y poder de veto sobre las decisiones de ampliación de capacidad, construcción o “salida de servicio por motivos no técnicos” de una central nuclear.
“Más allá de estas guardas, quien compre la parte minoritaria de NASA estará en el asiento de copiloto del Plan Nuclear Argentino y de las decisiones sobre la política nuclear en general”, advirtió EPyCa.
El Plan Nuclear de Milei tuvo un hecho fundacional. El desarrollo de un logo que se encargó al humorista Nik. "Gracias Nik por el diseño del logo y de todo lo demás…”, agradeció Reidel en un posteo en la red social “X”. El logo fue una copia del que ya utiliza Nucleoeléctrica Argentina.
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