“El deterioro que vienen sufriendo los salarios desde la asunción del actual gobierno es brutal”, concluyó el último informe de coyuntura del Centro de Investigaciones y Formación (CIFRA – CTA). Entre diciembre de 2023 y abril de este año, la capacidad adquisitiva del salario promedio registrado disminuyó un 14,9%. El programa de miseria planificada que lleva adelante la administración de Javier Milei posee un objetivo central: sostener la caída del salario real y de esta manera configurar una nueva matriz distributiva en la economía argentina.
De acuerdo al análisis realizado por CIFRA – CTA, la mayor pérdida se registró entre diciembre y enero, tras la fuerte devaluación la moneda y la aceleración consecuente de los incrementos de precios. “En efecto, entre noviembre de 2023 y enero de 2024 la caída real llegó a ser de 21,3%, y alcanzó el 23,8% si el poder de compra se mide en alimentos”, puede leerse en el trabajo que lleva la firma de Mariana González.
En apenas tres meses de Gobierno, Milei logró una caída de la actividad económica (-3,7%) similar a la que tuvo Macri en todo su gobierno (-3,9%). Lejos de los ajustes de corto plazo que provocan recesiones coyunturales, lo que parece configurarse aquí es una crisis de carácter estructural.
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En este contexto, donde no se han vuelto a provocar devaluaciones significativas de la moneda, la profunda recesión terminó funcionando como freno a la suba de precios. Nada que festejar. “No se observa en este sentido recuperación salarial alguna. El mes de febrero fue el único en el cual los salarios aumentaron su poder de compra, aunque mínimamente (1,0%), y al mes siguiente volvieron a retroceder. La mirada de conjunto marca un descenso abrupto y significativo y el mantenimiento en ese escalón salarial más bajo”, puede leerse en el trabajo de CIFRA – CTA.
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Salario mínimo
El hambre como política de Estado. El salario real se derrumbó un 15%, el ajuste del gasto en jubilaciones fue del 35%, hubo recortes de las políticas alimenticias y la destrucción de los puestos de trabajo ya se contabilizan de a miles. Los niveles de pobreza se ubicarían en el 49% de la población (Universidad Torcuato Di Tella).
Como parte de este proceso, el salario mínimo, vital y móvil no fue ajustado de modo de revertir o menguar parcialmente las pérdidas salariales. Desde la asunción del gobierno actual, la fijación del SMVM no ha tenido lugar por acuerdo en el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, sino que ha sido definido por laudo de la Secretaría de Trabajo. Puede así afirmarse que no ha existido voluntad por parte del gobierno por poner un freno o piso a la caída salarial ni por sostener el ingreso de quienes menos ganan.
En este sentido, la caída real en el SMVM fue incluso mayor que la del salario promedio, y alcanzaría al 28,8% entre noviembre de 2023 y mayo del año en curso.
Lo público afuera
“La caída salarial reciente fue sustantivamente mayor para el sector público, como parte del ajuste dramático en el gasto estatal. Entre noviembre de 2023 y abril del presente año, el salario registrado promedio real del sector público cayó 21,3% mientras que en el sector privado la disminución fue de 11,2%”, indicaron desde CIFRA – CTA.
Para CIFRA, el salario real del sector público fue en febrero de este año un 29,9% más bajo que en noviembre de 2019 y 20,9% menor en el caso del sector privado.
“Considerar esta evolución del salario es también una manera de aproximarse a la pérdida de poder adquisitivo que sufren los salarios más bajos, que se gastan en mayor proporción en alimentos y bebidas”, concluyó el texto de González.
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¿Para qué tanto ajuste?
La pauperización social de la población tiene por objetivo configurar una nueva matriz distributiva en la economía argentina. Los ganadores de este modelo serán los redactores del Régimen de Inversiones (RIGI) incluido en la Ley de Bases (petroleras, mineras y el capital financiero transnacional); en el mientras tanto aparecen en el frente algunas tensiones con los sojeros –las grandes exportadoras de cereales y oleaginosas– quienes presionan por una mejora de su rentabilidad vía devaluación.
La inflación acumulada desde diciembre ya se comió la transferencia de recursos vía la devaluación de Caputo. “Para cobrar una magnitud del problema –analizaron Manzanelli y Amoretti en otro trabajo del CIFRA– sumado a la acelerada traslación a precios de la devaluación inicial vale apuntar que el nivel del tipo de cambio real multilateral del 25 de abril se ubicó en un nivel similar al del 13 de agosto de 2023, previo a la devaluación impuesta por el FMI”.
En este contexto, para volver a la situación del 11 de diciembre se necesitaría llevar el tipo requiere llevar al tipo de cambio a 1.500 pesos, explicaron desde CIFRA. ¿Será ese el valor de equilibrio que reclaman los sojeros para quitarle los candados a los silobolsas?