Las áreas técnicas de la Secretaría de Agricultura ya están trabajando con las cámaras que nuclean a las empresas porcinas y avícolas en un esquema de compensaciones para amortiguar la previsible alza en el precio local del maíz utilizado para forraje. Los beneficiarios deberían ser los pequeños y medianos productores. Durante el primer día de vigencia del Dólar Maíz, los exportadores compraron casi 700.000 toneladas. “En la cadena estarán muy contentos porque subirán los precios. Pero también habría que marcar la relevancia del arancel a las importaciones del 25% que impedirá la entrada de cerdos y aves por fuera del Mercosur”, analizó Mariano Bondone, consultor y ex dirigente de la Federación Agraria, en diálogo con El Destape. Las miradas también están puestas sobre el incremento del precio del ganado en pie y su posible réplica en las carnicerías.
El uso forrajero del maíz ronda entre el 70 y 80 % de la demanda interna, de los cuales un tercio se destina a la industria ganadera, otro tercio al sector avícola, un 12% sería para los porcinos y la lechería consumiría el 19% del forraje.
“El maíz integra casi el 80% de las fórmulas de las raciones para animales y la alimentación, es decir, es el 80% de los costos de producción. Esto te da una dimensión de cuánto incidirá una posible suba del precio del maíz”, analizó Bondone.
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El precio de este cereal tendrá movimientos al alza por dos motivos: por un lado, el tipo de cambio diferencial a 340 pesos por dólar –cuando el tipo de cambio oficial se ubica en los 280 pesos– que funciona como una devaluación sectorial, encontrará su réplica en los valores que se comercializan para forraje en el mercado interno; además, habrá menos granos ya que el Gobierno amplió el saldo exportable de 20 a 26 millones de toneladas y se le restaron casi seis millones al mercado interno.
Por eso desde Agricultura se apuraron en iniciar las reuniones con los empresarios porcinos y avícolas para establecer un esquema de compensaciones que les alivie a los pequeños productores la previsible alza de este insumo.
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Las vaquitas se mueven
En diciembre del año pasado, el precio promedio para un novillo se había ubicado en la zona de los 300 pesos por kilo. Esta semana, el mismo animal promedió los 485 pesos por kilo, una suba del 61%. Es decir, este año hubo una mejora del precio local a pesar de que los dirigentes de la Mesa de Enlace y los productores ganaderos no lo reconozcan. En la comparación interanual a junio, los valores sí están por debajo de la inflación acumulada.
“En los últimos días, los aumentos del ganado en pie rondaron el 10 y el 15 por ciento. Si bien el novillo subió un 60%, todavía no pegó el salto de precios que tuvo la invernada”, analizó la consultora Zorraquin – Meneses, que a su vez vaticinó que para el año que viene se sentirá una caída del stock por la mayor venta de vacas como consecuencia de la sequía. Por ende, también habría una menor oferta de terneros.
“Los precios de la invernada están comenzando a reaccionar, algo que se observa con una mayor lentitud en categorías de hacienda gorda destinadas a faena”, indicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Entre los meses de octubre y diciembre, suele haber menos oferta de ganado, por ende, es de esperar que los precios empiecen a subir como es habitual para la época del año. A este movimiento, se le podría sumar el encarecimiento del maíz para forraje como así también la presión de los productores para recomponer sus ganancias en relación a la inflación anualizada.
La posible suba del ganado en pie presionará a que los supermercados y carnicerías ajusten sus precios. “Al comparar los valores de junio de 2023 con el mismo mes de 2022, la nalga verificó el mayor aumento con el 75,4%, seguida por el cuadril (+74,0%), la paleta (+73,6%), la carne picada común (+70,7%) y el asado (67,9%)”, indicaron desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).
En los últimos doce meses, los precios promedios de los cortes de carne vacuna representaron una merma real del 20,9% en relación al IPC nivel general. La última recomposición fuerte de precios en supermercados y carnicerías se registró en febrero, con un alza promedio del 29% en un solo mes.
La fecha que miran en Agricultura es octubre, cuando podrían confluir el alza de los costos para forraje y las presiones de recomposición de precios tanto en el sector primario como en la cadena comercial.