(Por Nahuel Londeix) Tras la detección del primer caso positivo de influenza aviar en aves de corral esta semana y la autosuspensión de las exportaciones, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) junto con la Cancillería se encuentran gestionando la reapertura de las envíos al exterior, y Rodolfo Acerbi, vicepresidente del organismo, estimó que esto llevará un plazo de entre "90 días y seis meses".
Hasta el viernes, el Senasa analizó más de 200 notificaciones, de las cuales se detectaron 33 casos positivos. Únicamente dos -uno en Río Negro y otro en Buenos Aires- correspondieron a aves del sector comercial, mientras que los demás se tratan de animales silvestres o de traspatio.
"Las fechas que uno da, siempre partiendo del optimismo, son entre 90 días y seis meses", afirmó el vicepresidente del Senasa, Rodolfo Acerbi en una entrevista con Télam respecto de la reapertura de las exportaciones.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El funcionario y médico veterinario indicó que esto dependerá fundamentalmente de dos factores: la respuesta de los mercados y la readecuación de los contratos vigentes; y un escenario bajo control del virus.
"Un escenario con una enfermedad con pocos casos o controlada en el ámbito de traspatio y aves silvestres ayuda mucho más a acelerar cualquier restauración de exportaciones", explicó y agregó: "No es lo mismo tener casos de traspatio todos los días o hablar de una epidemia marcada donde será difícil de negociar".
La mayoría de los contratos vigentes - puntualizó- "comienzan diciendo que el país es libre de influenza, condición que hemos perdido momentáneamente".
Esta semana, siguiendo normativas internacionales de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) para las enfermedades infecciosas, el Senasa dispuso autosuspender la exportación de productos aviares tras detectarse el primer caso positivo.
Acerbi explicó que para recuperar el status de "libre de enfermedad" requerirá al menos dos periodos de incubación (28 días) sin casos en aves comerciales y otros requisitos de muestreos que garanticen la falta de circulación.
Hasta lograr de nuevo dicha certificación será clave la negociación país por país para reanudar total o parcialmente los envíos a los países compradores, readecuando los contratos.
Una de las formas es lograr certificaciones sanitarias parciales, es decir, específicas por establecimientos o zonas del país en las cuales se pudo contener la transmisión del virus, el cual, de todos modos, no se contagia a través del consumo de carne aviar o de huevos.
Acerbi indicó que, por ejemplo, "algunos países africanos no exigen los certificados de libre enfermedad y solicitan que en los últimos 90 días la granja no haya tenido problemas de enfermedades infecciosas y que a 10 kilómetros de las mismas no se hayan registrado casos en los últimos 12 meses de influenza".
"Junto con la Cancillería estamos trabajando con todos los bloques que nos compran productos, especialmente el sudafricano, el chileno, el chino y el de la Unión Europea a los efectos de avanzar rápidamente en nuevos acuerdos que nos permitan exportar", indicó.
Si bien se aspira a que el país recupere el estatus de "libre enfermedad", el cual es considerado como un "valor agregado" en un mercado competitivo como el avícola, Acerbi consideró que es "probable" que el escenario del virus se vuelva a repetir el próximo año con el nuevo ciclo de migratorio de aves.
"Debemos ser inteligentes y buscar una forma por la cual podemos dar garantías zonales, por ejemplo, granja por granja y 10 kilómetros a sus alrededores, y explicar que hay un plan de vigilancia activo para llevar confianza y tranquilidad a los países compradores", precisó.
Otro eje que tendrá el Senasa será comenzar por restaurar las exportaciones en los ovoproductos - especialmente en los que tengan procesos de pasteurización-.
Japón, país que había suspendido de forma unilateral las importaciones antes de la detección de casos positivos en aves comerciales, anunció este jueves la reapertura de estos ovoproductos tras realizar gestiones entre el Senasa y la embajada de ese país.
"Este es el procedimiento que estamos haciendo con todos los países. Despejar los más fáciles que son los (productos) térmicos y después ver los demás", agregó el vicepresidente del Senasa.
Más allá de lo estrictamente sanitario, lo comercial también jugará un papel: "Si el producto es muy demandado y requerido en el país importador siempre las autoridades tienen una predisposición distinta a si no lo es o es competidor con la producción nacional", subrayó.
"En el sudeste asiático, por ejemplo, hay un interés por las garras de pollo que en Sudamérica y Argentina generalmente no se consumen. Hay un interés marcado para que ese producto llegue y puede que lleguemos a un acuerdo para que rápidamente vuelva a comercializarse bajo ciertas pautas de bioseguridad", indicó Acerbi.
Argentina exporta 17% de su producción avícola (en 2022, el país exportó US$ 421 millones en carne y huevos) con el 80% de la misma con destino a China, Arabia Saudita, Europa, Sudáfrica y Chile.
El resto de la producción, en tanto, se destina al mercado interno, el cual sigue los mismos requisitos de bioseguridad que los existentes para las exportaciones.
En el caso de Chile, el Senasa tuvo reuniones este jueves con el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) chileno apuntando al reinicio de los envíos de productos aviares.
Asimismo, la semana que viene se desarrollará en Argentina la reunión ordinaria del Comité Veterinario Permanente (CVP) donde el organismo mantendrá reuniones bilaterales con los países compradores.
"El Senasa no solamente comparte la preocupación de los productores sino que redobla los esfuerzos para que acabe y volver a darle la posibilidad de exportar parcial o totalmente porque la mayoría de las empresas líderes tiene un porcentaje (de exportación) de entre 20% y 40% que lo han venido desarrollando durante mucho tiempo ganando mercados", enfatizó el funcionario del organismo.
Con información de Télam