Unos cincuenta integrantes de la Policía Aduanera arribaron este lunes por la mañana a las instalaciones del Mercado Central para realizar verificaciones tras las medidas anunciadas el domingo por el Ministerio de Economía. El operativo se da en el marco de la creación de la Unidad de Análisis Comercio, Seguimiento, Trazabilidad y Promoción de las Operaciones de Comercio, que tendrá entre sus objetivos monitorear las operaciones de compra y venta de bienes y servicios en el comercio interno y externo.
"Se está controlando la trazabilidad de los alimentos importados y de producción local con distorsiones de precios", explicaron desde Aduana a El Destape. Funcionarios de la Aduana llevaron adelante una inspección en galpones con categoría de depósito fiscal y las zonas de frutas y verduras. Además, uno de los predios sería de telas importadas, aunque no se descarta el monitoreo oficial en otros lugares. Una firma vinculada a frutas en el pabellón de envases está en la línea de los sabuesos.
Respecto a la información oficial, la Unidad de Análisis Comercio, Seguimiento, Trazabilidad y Promoción de las Operaciones de Comercio tendrá por objetivo "monitorear las operaciones de compra y venta de bienes y servicios en el comercio interno y externo; promover con equidad las operaciones comerciales, evitando posiciones dominantes; verificar la trazabilidad de los bienes objeto de comercio y la correcta tributación en cada etapa y orientar al consumidor atendiendo las variables obtenidas en el proceso de seguimiento".
La importación de alimentos mediante el Mercado Central
El Ministerio de Economía anunció la decisión de que el Mercado Central desempeñe un nuevo rol en lo que se relaciona con el precio de las verduras y frutas, con el objetivo de defender el poder de compra de los consumidores. En este marco, el Mercado Central sumará el rol de importador directo de alimentos, algo que hasta el momento no estaba contemplado.
Fuentes del Palacio de Hacienda precisaron que el "nuevo rol" que se buscará dar al Mercado Central apuntará a lograr "reducir el precio efectivo de venta al público de productos frescos -frutas, verduras, hortalizas, carnes- y productos secos no perecederos, de manera de defender el poder de consumo de las personas".
En ese marco, se habilitará al Mercado Central dentro del Registro de Importadores, para que pueda actuar dentro del mismo. De esta manera, el Mercado Central podrá importar en forma directa dichos productos con Arancel Cero creando mayor oferta de productos sin costo de intermediación, los que serán ofrecidos al público y a los comercios minoristas de cercanía de manera directa.
Para lograr esto se podrán generar fideicomisos público/privados para la compra de productos alimenticios, en la que cada comercio de cercanía podrá ser un cuotapartista aportando fondos para la compra centralizada, lo que generará mejores precios y eliminar la intermediación en la venta de dichos productos y los abusos de los distribuidores y las grandes empresas.
Uno de los alicientes previstos para quienes operan en el mercado es la suspensión del pago del canon por 90 días para los puesteros que cumplan con los precios máximos fijados por la Secretaría de Comercio.
A modo de ejemplo, desde el Ministerio de Economía señalaron que en caso de que exista una negativa de los mayoristas y las grandes empresas a cumplir con los precios máximos de una canasta de productos en supermercados chinos y almacenes de cercanía, a través de los productos importados se podrá romper con ese "abuso de precio" que realizan esas empresas a la hora de abastecer estos puntos de venta.