El ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, recibió una buena noticia este jueves cuando el Indec reveló que la inflación de junio fue del 6,0%, mostrando la segunda baja consecutiva, gracias, principalmente, a una nueva desaceleración en el rubro alimentos. Desde esa cartera, explicaron a este medio que ya se ven dentro de "un proceso de una economía más estabilizada". "Salimos de la sequía y no ha habido corridas cambiarias", aseguraron.
En el gabinete económico se mostraron cautos y evitaron salir a festejar el nuevo índice. Rubinstein acotó que "los niveles de inflación continúan muy elevados", mientras que las fuentes consultadas por este portal se ocuparon de señalar que "todavía estamos en niveles altos, así que seguimos trabajando". El propio Massa dio un discurso en un acto público en San Martín luego de conocida la cifra, pero sin hacer ninguna referencia a ella.
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Los motivos para celebrar tampoco sobran. La inflación llegó en el primer semestre al 50%, cuando el Presupuesto 2023 preveía un 60% para todo el año, y lejos se está del "tres adelante" que Massa había anticipado para abril. Más aún, la suba de precios interanual volvió a aumentar, tocando un pico del 115%.
Sin embargo, el 6% de la inflación de junio trae un importante alivio al ministro y precandidato presidencial. En primer lugar, el de este jueves fue el último índice que revelará el Indec antes de las PASO. El de julio, cuando puede esperarse una suba estacional por las vacaciones de invierno, se conocerá recién el 15 de agosto.
Además, luego de difundido el índice el Banco Central confirmó que no subirá la tasa de política monetaria este mes. El escenario contrario hubiera significado un nuevo golpe para la actividad en pleno contexto de campaña electoral. Del mismo modo, este índice le dará más amplitud a la entidad monetaria para administrar el ritmo de la devaluación del dólar, en una semana de nuevos aumentos en el tipo de cambio blue.
La pregunta que se abre es si este panorama le permitirá a Massa negociar con más margen frente al FMI cuando se agota el tiempo para cerrar el nuevo acuerdo, sobre todo cuando una de las principales exigencias del organismo, resistida por Argentina, es la de imprimirle un ritmo mayor a la devaluación.
Los números de junio
Con 1,8 puntos respecto al 7,8% de mayo, esta fue la caída más pronunciada no solo de toda la gestión de Massa sino del último año. Hasta ahora, el mayor descenso había sido el de octubre a noviembre, cuando el IPC pasó de 6,3% a 4,9%. Con el 6%, la inflación de junio empardó la de enero pasado, mes en el que, tras una leve suba estacional en diciembre, comenzó realmente la fuerte aceleración que llegó a su pico con el 8,4% de abril.
Aunque el descenso inflacionario ya se preveía, sorprendió su magnitud. Las consultoras privadas anticipaban para junio una suba de precios de alrededor del 7%. Solo alguna, como C&T, se animaba a pronosticar una cifra tan baja como 6,7%. En verdad, la clave de la fuerte caída estuvo en el rubro alimentos. Nueve de los 12 rubros relevados por el Indec tuvieron subas por encima del promedio. Cuatro de ellos (Comunicación, Salud, Vivienda y Hogar), con cifras superiores al 8%.
Al contrario, los alimentos bajaron sostenidamente por segundo mes seguido. Luego del pico de 10,1% en abril, este rubro se desplomó al 5,8% en mayo, y ahora descendió al 4,1%. Se trata, justamente, del sector con más incidencia en el índice general, de entre 0,93 (AMBA) y 2,29 puntos (Noreste) según la región.
"La desaceleración de la inflación en junio estuvo favorecida por la estabilidad de alimentos y bebidas (4,1%), que volvió a aumentar por debajo de promedio general por segundo mes consecutivo. En este rubro, se destacó la estabilidad de carnes (1,3%), así como también las bajas en frutas (-3,1%) y verduras (-1,8%)", señaló al respecto el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein.
En el mismo sentido, fuentes del área económica destacaron a El Destape que el 6% de junio se enmarca en "un proceso de una economía más estabilizada. Salimos de la sequía y no ha habido corridas cambiarias", lo que facilita "el aporte de Precios Justos en los alimentos y bebidas sin alcohol". De hecho, precisaron que la inflación de la canasta de consumo masivo en los supermercados bajó del 5,9% al 4,7% de mayo a junio.
Otra fuerte baja, aunque con menor incidencia en el índice general, fue el de "Prendas de vestir y calzado", que pasó del 7,6% en mayo al 4,2% en junio.