En la segunda semana de marzo hubo un incremento en el nivel de precios de los alimentos y bebidas del 3,3% y se aceleró respecto al último tramo de la inflación de febrero. En esta oportunidad, las bebidas, los panificados, los cereales y las pastas encabezaron las subas.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la segunda semana de marzo la suba de precios de los alimentos promedió 3,3%, desacelerando 0,3 puntos respecto la semana anterior pero muy por encima de las últimas dos semanas del mes anterior. En lo que va del mes acumula un 7% de inflación.
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Luego de la caída de la semana previa, el incremento de bebidas explicó 38% de la inflación semanal y fue parcialmente compensado por la baja de azúcar y frutas (-0,22 puntos). Así le fue a cada producto:
- Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 8,7%
- Comidas listas para llevar: 5,7%
- Productos de panificación, cereales y pastas: 4,3%
- Condimentos y otros productos alimenticios: 3,1%
- Productos lácteos y huevos: 2,9%
- Verduras: 2%
- Carnes: 1,6%
- Aceites: 1,3%
- Frutas: -1,8
- Azúcar, miel, dulces y cacao: -5,2%
Promociones o descuentos en los supermercados: la nueva estrategia de Caputo
Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró los cambios realizados por dos cadenas de supermercados en la forma de presentar sus promociones. La nueva estrategia del Gobierno para bajar la inflación parece enfocarse en que las empresas viren de promocionar ventas del tipo 2x1 a descuentos directos sobre cada producto. Sin embargo, el propio sistema supermercadista impide que este tipo de medidas se traduzcan en la desaceleración de precios.
Desde el sector supermercadista señalaron a este medio: "Es una iniciativa de cada cadena, en este caso y en este momento es Jumbo. Pero no quiere decir que todos lo hagan o que lo deban hacer. Queda a criterio de cada uno".
¿Cuál es el problema? Si los descuentos no se fijan durante todo el mes, las mediciones del Indec no pueden transpolar promociones sobre el nivel de precio de cada producto. Usualmente, las empresas segmentan los descuentos por rubro, con variaciones de día y forma de pago.
Más allá de que cualquier descuento directo por sobre obligaciones de compra es un saldo a favor del consumidor, este tipo de instrumentos no ofrece soluciones reales para el poder de compra. Un estudio del Centro de Estudios por la Soberanía Popular Mariano Moreno analizó los patrones de compra en el AMBA y dio con que la mayoría realiza compras en negocios de cercanía y no en supermercados. Incluso en el marco de esta división surge una brecha de precios muy considerable en favor de las grandes superficies. La leche, los fideos y otros productos de la canasta básica son más baratos en los súpers.
Según la encuesta, el 62,38% de los encuestados realiza compras pequeñas y el 52% lo hace en negocios de cercanía. En la mayoría de las empresas productoras de alimentos, el promedio de aumento de sus productos es mayor en los comercios de cercanía que en los supermercados de cadena. El problema es que una proporción significativa de las adquisiciones de diversos alimentos se realiza en establecimientos minoristas de proximidad.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, los hipermercados y supermercados constituyen un mercado separado del resto de los formatos del comercio minorista. Esto se debe al patrón de compras de los consumidores finales entre los distintos formatos de venta y la relación entre los comercios y sus proveedores en la cadena de suministro.