Proyectan la inflación más alta en 20 años para julio

Las corridas generadas tras el reemplazo de Guzmán por Batakis llevaron a la suba de precios más alta desde la salida de la Convertibilidad. El desafío clave que deberá afrontar Sergio Massa.

01 de agosto, 2022 | 00.05

Uno de los meses más turbulentos del Gobierno de Alberto Fernández acaba de terminar y a los indicadores críticos respecto al dólar, las reservas y las importaciones se sumará otro: julio registraría la inflación más alta en Argentina en más de 20 años, el problema central al que deberá apuntar Sergio Massa si quiere que el Frente de Todos llegue airoso a 2023.

Según adelantaron diversas consultoras privadas a El Destape, el índice de precios al consumidor habría tenido un alza de entre el 6,8% y el 8% en el séptimo mes del año. No solo superaría holgadamente el 6,7% de marzo pasado post invasión rusa a Ucrania, sino que además sería el más alto desde el 10,4% de abril de 2002, registrado en el contexto de la salida de la Convertibilidad. El 5,3% de junio, que implicó el primer rebote en tres meses, hoy luce entrañable.

La más "optimista" del ámbito privado es la consultora Eco Go, que anticipa una inflación de julio del 6,8%. Para la consultora Sarandí, dirigida por Sergio Chouza, el pronóstico es del 7,5%, mientras que para C&T cree que estuvo "entre el 7% y el 8%". Además, tanto LCG como el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) estimaron que la suba de los alimentos estuvo en el mismo rango y fue de alrededor del 7,4%.

Algunos de los rubros que más habrían aumentado fueron turismo, con las remarcaciones por las vacaciones de invierno, y educación, por las subas de las cuotas en colegios privados, puntualizó Camilo Tiscornia de C&T. Eco Go agregó también la indumentaria. Dentro de los alimentos, los de mayor alza se estima que fueron los farináceos, con casi un 10% según LCG, los lácteos y algunos otros rubros con mayor peso estacional, como las frutas y las verduras.

Sin embargo, más allá de lo puntual, está claro que estos números récord solo fueron posibles debido a la tormenta que generó la improvisada salida de Martín Guzmán aquel sábado 2 de julio. En la primera semana del mes, la incertidumbre política y económica, así como las restricciones al acceso al dólar oficial para las importaciones, dispararon la demanda del dólar blue y las divisas financieras, que trasladaron su efecto a los precios.

Solo entre el 4 y el 11 de julio los aumentos para el consumidor en alimentos y bebidas fueron del 2,5%, según LCG, y del 2,6%, según el CESO. Algo similar pasó la tercera semana del mes, cuando la segunda corrida, que esta vez recayó sobre Silvina Batakis, llevó el blue a picos de $350. En esos días, los alimentos, según LCG, aumentaron otro 2,1% promedio. 

"Venimos con una dinámica muy mala, atenta a la inestabilidad política por la falta de dólares y la imprevisión de las empresas, sobre todo las más grandes, sobre a qué precio iban a poder importar, y eso golpeó directo sobre los precios de manera mucho más automática que en otros momentos, cuando los traslados se distribuían más a lo largo del tiempo", lo explica Chouza. El número oficial del Indec se conocerá el jueves 11 de agosto.

Massa frente a una posible inflación récord

En definitiva, Massa tendrá que afrontar la peor coyuntura inflacionaria del país desde la salida de la hiper de 1990, con una proyección anualizada para este 2022 que ya ronda el 80%. La forma en que se pare frente a este problema será la que defina su política económica.

¿Procurará nada más desacelerar los precios mediante un ajuste clásico de baja del gasto y suba de tasas? ¿Tendrá margen para una devaluación en el corto plazo sin que haya riesgo de una espiralización? ¿Atenderá además sus consecuencias en los ingresos e intentará conformar a los trabajadores formales e informales con aumentos de suma fija y/o bonos?

Sea como sea, el objetivo central del superministro será evitar que el índice del último mes se transforme en un nuevo piso. "La expectativa hacia adelante es que el shock de julio se pueda procesar rápido y no se estabilice en un nivel más elevado, que era el riesgo previo a este recambio de autoridades en Economía pero un poco amaina con este recambio (de Batakis por Massa)", consideró Chouza. La suba del 40% en colectivos y trenes que entra en vigencia este lunes será uno de los obstáculos.

Se trata de una jugada a todo o nada. Más allá de la suba de las commodities por la guerra en Ucrania, el fuerte gasto en subsidios, los aumentos tarifarios o la inercia, lo que suceda en los próximos meses en materia de precios dependerá principalmente de la confianza que los mercados y el círculo rojo en general depositen en el plan de Massa. Hoy la inflación es más política que nunca.