La inflación es quizás el desafío más grande que tiene el gobierno de Javier Milei para afrontar en el corto plazo. Y pese a que se está desacelerando luego del pico de diciembre, una de las grandes razones de la caída de la cifra que mide el Indec es el retroceso del consumo, como consecuencia de la disminución del poder adquisitivo.
Son muchas las formas que tiene un Estado de atacar la aceleración de precios y el ministro de Economía, Luis Caputo, eligió una salida de las más ortodoxas: licuar los ingresos y enfriar la actividad económica al punto tal de que la demanda no alimente los valores de productos y servicios.
El propio Milei declaró en enero: "Hicimos que la gente tenga menos pesos para convalidar precios altos". Tal es así que la inflación mayorista que mide el organismo oficial pasó de un 54% en diciembre a un 18% en febrero. Se trata de la estadística que releva promedios de precios al por mayor, es decir, el paso previo a la góndola del supermercado.
Mientras que en el último mes del año el impulsor de los precios mayoristas fueron los productos importados por el salto del dólar oficial del 118% de ese mes (80%), en enero el sector avanzó un 5,1%. Los nacionales, en cambio, pasaron de un salto del 51% al 19%.
Inflación: los tres motivos que hacen desacelerar los precios
Con menos capacidad de compra, menos factible es que la población convalide productos caros y obliga a los formadores de precios a remarcar hacia abajo, para no perder stock y seguir vendiendo. La inflación, al mediano plazo, debería ceder.
Hay tres motivos por lo que el fenómeno ocurre:
- Los salarios están en caída: consultoras privadas estiman que sólo en diciembre, los sueldos registrados perdieron entre un 13 y un 15% contra la inflación. Para trabajadores informales la cifra asciente al 19%. Para el resto del año, Fundación Capital estimó en un informe que en 2024 los sueldos perderán un 10,4% real. A la vez, el Banco Central bajó la tasa de interés de política monetaria al 110%, a la mitad del IPC acumulado anual. Esta es una forma de desicentivar el ahorro en pesos y parte del proceso de licuación.
- Las paritarias están congeladas: pocos son los gremios que pudieron acordar aumentos por encima del nivel general de precios entre enero y febrero, que tuvo una tasa acumulada del 50%. Las negociaciones se acortaron a períodos mensuales o bimensuales.
- La actividad económica cede: estudios privados estiman una merma del 4% promedio en todo 2024. La industria ya trabaja a media máquina. La capacidad instalada cayó 8,9% anual al 54,9% en diciembre.
Estos factores confluyen en un descenso fuerte del consumo. El Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) ya mostró un retroceso de 1,7% en la comparación interanual de enero, implicando un incremento desestacionalizado de 1,1% frente al mes de diciembre.