La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) se expresó en contra de los acuerdos de precios que anunció el Gobierno la semana pasada al afirmar que "no es posible ni sostenible si no se da lugar al entendimiento y al diálogo intersectorial". Además, el sector criticó las cifras que se negocian en paritarias para recomponer el ingreso de los trabajadores.
En representación de los 34 sectores que la componen y del entramado de 14.500 empresas, la cámara que conduce Daniel Funes de Rioja entiende que "la dinámica de control de precios impuesta en la última semana por la Secretaría de Comercio Interior no es posible ni sostenible si no se da lugar al entendimiento y al diálogo intersectorial.". En esa línea, el comunicado amplió: "A pesar de que la Industria de Alimentos y Bebidas ha demostrado siempre un firme compromiso al participar en distintos programas de gobierno y acuerdos voluntarios, tales como Precios Cuidados y ahora Precios Justos, la renovación del Programa bajo las condiciones pretendidas y sin mediar un espacio de intercambio no es viable".
Los empresarios se quejan de la devaluación
"Pretender que la industria de alimentos y bebidas pueda absorber el impacto de la reciente devaluación es negar el marco de desequilibrios de costos y precios que afecta a este sector, al igual que al resto de la cadena de valor", disparó la COPAL. Sólo en las últimas tres semanas, "los principales costos de producción han aumentado en promedio entre un 15% y 30%, frente al 5% de incremento de precios propuesto", añadió el documento.
También "se proyectan paritarias por encima del 140%", se quejaron los empresarios. Según su mirada, "la política distorsiva en materia inflacionaria vuelve a generar presión sobre la industria de alimentos y bebidas, que con mucho esfuerzo ha sido el único actor de la cadena de valor en absorber el impacto de este flagelo, que lejos está de ser resuelto e impacta al conjunto de la sociedad".
"En un contexto de total incertidumbre para operar, el sector enfrenta dificultades de distinta índole. Se registran restricciones para el acceso y disponibilidad de materias primas, insumos, bienes intermedios y bienes finales al no efectivizarse la aprobación y debido curso de las SIRAS y SIRASEs", cuestionó la COPAL. Por último, el informe cerró: "Se suman los descalces financieros y la deuda comercial fruto de los extensos plazos asignados para el acceso a divisas y pago de importaciones. Todo esto pone en jaque las relaciones no solo comerciales, también las que se asocian en primer lugar a la producción".