Los alimentos aumentaron 11,5% en la tercera semana de diciembre y marcaron un récord

El seguimiento semanal de precios ya ubica los incrementos en doble dígito. Se consolida una inflación mensual en diciembre que solo podrá compararse con los parámetros de la híper de 1990.

27 de diciembre, 2023 | 00.05

En una suba sin registros para los últimos tiempos, los alimentos se dispararon 11,5% en la tercera semana de diciembre, producto de los fuertes aumentos que se observaron en carne, frutas, verduras y aceites. El seguimiento semanal de precios ya ubica los incrementos en doble dígito. La cotización del ganado acumula una suba del 32% y se consolida una inflación mensual en diciembre que solo podrá compararse con los parámetros de la híper de 1990.

De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la tercera semana de diciembre la suba de precios de los alimentos promedió 11,5%, acelerando 5,4 puntos respecto a la semana anterior. La suba promedia 21% en las últimas cuatro semanas y 31,2% punta a punta en el mismo período. En lo que va del mes acumula un 27% de inflación.

En esta oportunidad, la carne continuó con subas sensibles, explicando el 41% de la variación semanal. Así le fue a cada producto:

  • Verduras: 18,6%
  • Carnes: 15,3%
  • Frutas: 15,3%
  • Aceites: 14,4%
  • Productos de panificación, cereales y pastas: 11,5%
  • Comidas listas para llevar: 9,3%
  • Productos lácteos y huevos: 8,9%
  • Condimentos y otros productos alimenticios: 7,3%
  • Azúcar, miel, dulces y cacao: 5,7%
  • Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 2,9%

El porcentaje de productos con aumentos semanales continúa elevado: 49%. Las variaciones de precios presentaron mucha mayor dispersión respecto a la semana previa y la inflación acumulada en las últimas cuatro semanas trepó a 31,2%, dejando un arrastre importante para las próximas semanas. Las subas son generalizadas en todos los productos, pero las carnes explican por sí solas un tercio de la inflación mensual, mientras que el rubro de bebidas y lácteos otro tercio.

Fogonazo inflacionario en el verano y lo que resta del año

De cara a los próximos meses, la búsqueda por "corregir" precios relativos sostendrá la aceleración de la dinámica inflacionaria. Tal es el caso de combustibles, que en lo que va de diciembre ya subieron cerca del 80%; las tarifas de servicios públicos, componente crucial de la reducción del déficit fiscal vía la disminución de los subsidios económicos (0,7% del PIB) propuesta por el Gobierno; la medicina prepaga, que en enero eliminará el congelamiento de cuotas que regía para algunos afiliados, subiendo cerca del 40%; y servicios de telecomunicaciones que, aún sin precisiones, seguramente sufran una desregulación.

Las categorías que se encuentran con precios por encima de la inflación general respecto a 2019 representan casi un 60%, mientras que, respecto a 2022 suman un 52%. La inflación de Prendas de vestir y Calzado desde 2019 superó el 1250%. 
Otra categoría con precios adelantados es Restaurantes y Hoteles con variaciones de casi 1150% en el período analizado. Mientras que en este caso la oferta resulta compleja de evaluar, la demanda pudo verse incrementada por consumo interno y por turismo.  

Por estos motivos, la consultora Ecolatina proyectó: "Esperamos que para el trimestre diciembre-febrero, la inflación mensual promedio se encuentre en la zona del 20-25%, acumulando en sólo tres meses cerca del 80%, incremento similar al que hubo en el semestre junio-noviembre; con riesgos al alza sujetos al pasaje de precios de la devaluación del tipo de cambio, la magnitud de los distintos ajustes en servicios regulados y la dinámica que pueda llegar a cobrar la inercia inflacionaria".

La idea que pretende instalar el Gobierno es que luego del abrupto salto inflacionario de este trimestre, los precios tenderán a estabilizarse. Lo que omiten explicar en el Ministerio de Economía es que la pulverización del salario podría derivar en la llamada "paz del cementerio". Es decir, la recesión será tan imponente que el desplome del consumo podría detener el espiral inflacionario. Pocos serán los asalariados que podrán adquirir bienes y servicios.

Sin embargo, esta visión catastrófica incluso podría ser peor. Con un ritmo devaluatorio plantado en el 2%, cuando la inflación acumule una cifra extremadamente elevada, el dólar volverá a quedar atrasado. Por ende, una nueva corrección sobre el tipo de cambio es un escenario más que probable, tras lo cual se produciría una nueva suba de precios.

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