A través de un comunicado, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) repudió el esquema de congelamiento de precios que impuso el Gobierno y mostró su preocupación “frente a recetas artificiales para el control de la escalada inflacionaria”. Además, le pidió a las autoridades continuar el diálogo con el sector empresario, “en la búsqueda de soluciones consensuadas y aplicando políticas públicas realmente eficientes para combatir este flagelo”.
Las críticas de la Cámara se sumaron a las hechas por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que agrupa a los empresarios más importantes del país, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina (Copal) y la Cámara Argentina de Comercio (CAC). En el texto, AmCham seleccionó tres frases de Albert Einstein para pedirle al Gobierno que de marcha atrás con las medidas:
- “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.
- “Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones”.
- “El principal inconveniente de las personas y los países, es la pereza para encontrar las salidas y soluciones”.
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El comunicado de las empresas
La Cámara afirmó que el control vigente de precios no es una medida que colabore a luchar contra la inflación: “La experiencia de la Argentina y mundial es muy elocuente en cuanto a que los congelamientos de precios no resuelven este problema, muy por el contrario, lo transforma en una bomba de tiempo que tarde o temprano hará eclosión". Y agregaron: "Sólo se logra reprimir precios durante un periodo y luego vuelven a sus niveles de equilibrio. Con este congelamiento lo que se va a generar es que el arrastre futuro sea de un mayor nivel de precios cuando la medida termine”.
Asimismo, remarcaron que la resolución “no logra resolver los desequilibrios macroeconómicos que dan origen a la inflación”, al tiempo que exigieron un “plan de estabilización que de señales claras sobre la política monetaria y fiscal”. En un extenso comunicado, la entidad explicó que la industria de alimentos, bebidas, higiene y consumo masivo suelen ser la locomotora de desarrollo para cualquier plan de reactivación, cosa que "no pasa en el país". Es más, destacó que el Gobierno nunca tuvo en cuanta los planes que enviaron las empresas: “Muchos de los precios incluidos en el anexo de la resolución no corresponden a los vigentes al 1 de octubre del 2021, siendo inferiores de hasta más del 50% del valor actual), no fue considerado aun el pedido de generar un espacio de intercambio que permita clarificar las realidades y posibilidades de los distintos sectores o empresas y encontrar en conjunto un acuerdo sostenible”.
“El hilo siempre se corta por lo más delgado, las damnificadas volverán a ser las más de 185.000 pymes, para quienes el daño en la aplicación de la resolución, puede ser su supervivencia o el cierre definitivo”, expresó la entidad y alertó por un posible desabastecimiento “por problemas en la producción, o de rentabilidad negativa, o problemas de operabilidad y logística, o la reorganización de la cadena de distribución”.
Por otra parte, criticó los mecanismos de fiscalización que no sólo “intensifican la carga burocrática de las empresas, sino que no dan respuesta a los problemas de fondo”. En ese sentido, le pidió al Gobierno que analice la cadena en detalle para identificar los obstáculos reales, “como costos elevados de logística y distribución, carga impositiva creciente e insostenible, ineficiencias o falta de interés político en la aplicación de mecanismos de control de las operaciones informales, costos incrementales relacionados con la pandemia, entre otros”.