Un grupo de economistas y dirigentes del Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires analizó los principales desafíos de cara al 2021. En concreto, pidieron desacoplar precios locales de los internacionales para frenar la escalada inflacionaria de los alimentos y engrosar las reservas.
El informe se titula Análisis de coyuntura económica y fue elaborado por un equipo que conforman el ex viceministro de Economía y actual secretario administrativo del Senado provincial, Roberto Feletti; el ex senador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Pignocco; el ex titular de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Martín Di Bella; el contador Diego Perrella y la Dra. Érica Pinto.
Para los especialistas, la expectativa de que este año se inicie un ciclo expansivo descansa en dos acciones positivas, que dependen del Gobierno: que se complete el plan de vacunación en curso, lo que permitiría un pleno despliegue de la producción y el consumo sin riesgos sanitarios; y que se avance en la ejecución de los programas de obra pública contenidos en el Presupuesto Nacional y bonaerense, de modo que apalanquen la demanda agregada y la actividad privada.
Frenar la disparada de los alimentos
En otro apartado, el informe resaltó que “las regulaciones vigentes en el 2020 no han obrado como un freno para evitar que la escalada del precio del trigo y el maíz en el exterior impulsara al alza los precios internos de los consumos finales derivados de esos granos”. A partir de ese diagnóstico, los autores enfatizaron la necesidad de “trabajar con volúmenes de saldos exportables de trigo y maíz netos de los requerimientos de consumo interno”, cuestión a la que consideran clave “si se desea aprovechar la ola internacional correctamente”.
En relación a esto, destacaron “la necesidad de desacoplar los precios internos de los internacionales para impedir que la suba de estos últimos se transmita al mercado local, provocando una inflación definida por políticas económicas decididas en el exterior”. Y añadieron: “Es imperioso no importar la inflación de precios externos porque en el caso de nuestro país impacta directamente sobre los alimentos de consumo masivo”.
Fortalecer el Banco Central
Según se desprende del documento, una de las principales amenazas para la recuperación es la inestabilidad del sector externo, ya que la solvencia del mismo es fundamental para sostener las políticas monetaria y fiscal expansivas destinadas a estimular la demanda. Por eso, que la decisión de “poner plata en la calle” no derive en volatilidad de precios y del tipo de cambio, depende de la capacidad del Estado de sostener el equilibrio externo y de atesorar divisas en el Banco Central.
Por otra parte, los técnicos consideraron que 2021 anuncia un escenario internacional favorable para el flujo de divisas hacia las naciones emergentes, debido a las medidas adoptadas por los Estados Unidos y China -las dos economías más grandes del mundo- frente a la pandemia.
El gigante asiático volcó recursos para sostener la actividad interna, lo que se traduce en una paulatina suba del precio de los alimentos que, en principio, favorece a los países productores. En cuanto a los Estados Unidos, la Reserva Federal (FED) aumentó la base monetaria en un 52% durante 2020 a fin de enfrentar los daños económicos ocasionados por la pandemia.
Por lo tanto, el aumento del flujo positivo de divisas por mejoras en los precios de las materias primas alimenticias (“dólares comerciales”) y los recursos de capital líquidos (“dólares financieros”) en procura de una mayor rentabilidad que la ofertada por una tasa de interés “planchada” en los Estados Unidos, genera perspectivas positivas para la Argentina.