La producción de carne cerró el 2020 con el mejor desempeño en 40 años

La contracara es un alza exorbitante de precios y una retracción del consumo a mínimos de medio siglo. El grueso de la mayor producción de proteína cárnica se redirigió al mercado externo.

11 de enero, 2021 | 17.54

La producción de carnes (vacuna, porcina y aviar) se ubicó el año pasado en 6,04 millones de tonelada, unos 133,6 kilos promedio por habitante, según datos del Ministerio de Agricultura. Estas cifras representan, tanto en términos absolutos como relativos, la mayor performance de los últimos 40 años.  "Desde mediados de la década de los 70 hasta el presente, nunca habíamos producido ni exportado tanta proteína animal", señala un informe de la Fundación Mediterránea, un think tank históricamente neoliberal fundado por el ex ministro Domingo Cavallo.

El Gobierno quedó en medio de la pelea entre los productores de granos y los de carnes por el precio de los cereales utilizados para la alimentación de los animales, lo que redunda en los valores internos que se paga por la proteína animal. Por ejemplo, el precio de la carne vacuna cerró al 2020 con un alza de 74% y el resultado fue una contracción del consumo a sus mínimos registros en medio siglo. La pregunta es hacia dónde se dirige esa producción de proteína que, a través de los precios, se le niega a la población argentina. La tensión entre consumo interno y ventas al exterior se intensifica. 

El Ministerio de Agricultura había decidido la semana pasada frenar temporalmente la exportación de maíz hasta marzo, mes en que comienza la cosecha del cereal, para asegurar los granos para la producción de carnes, leche y huevo en el mercado interno. Los productores de estos últimos aseguraban que el aumento en la carne respondía a la escalada de los granos utilizados como insumos. Esta semana el Ejecutivo dio marcha atrás a la prohibición y analiza un esquema de subsidios privados, a propuesta del sector, para desacoplar los precios internos de las altas cotizaciones de los granos y asegure el abastecimiento del sector. Una retroceso a medias que debe ser complementado con medidas que también potencien y aseguren los precios de las carnes internos. 

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El 2020 se caracterizó por subas generalizadas de precios, tanto de animales como de productos finales, en términos reales (por encima de la inflación), particularmente concentradas hacia finales del año. A nivel del consumidor final, los cortes de carne bovina se ubicaron en diciembre 2020 un 74% arriba de los valores del mismo mes del 2019 (contra una inflación punta a punta del 36%); la carne aviar un 58% arriba (pollo entero) y la carne porcina un 59%. En términos reales hubo aumentos de precios en todos los casos: 28% carne bovina, 16% carne aviar y 17% carne porcina. El resultado es que un salario promedio pudo comprar un 20% menos de carne. 

El consumo medio de las tres carnes se habría ubicado en 108,0 kilos por habitante, quedando levemente por debajo de la cifra del año 2019 (108,8 kilos). El dato quizás más relevante aquí, por su impacto simbólico, es el consumo de carne bovina, que se habría ubicado en 49,7 kilos per cápita, el registro más bajo desde hace décadas (al menos 50/60 años). Por el contrario, el consumo de carne aviar (el registrado por los organismos de control) se habría aproximado a 44,1 kilos per cápita, la cifra más alta de la historia, según el informe de la Fundación Mediterránea.

La contracara fue que las exportaciones de carnes cerraron el año en volúmenes récord. Se estima un volumen de 1,194 millones de toneladas equivalentes res con hueso (4,9% por encima de 2019), compuestas por 917 mil toneladas de carne bovina (8,5%), 235 mil toneladas de carne aviar (12,2%) y 39 mil toneladas de carne de cerdo (113%). En términos per cápita, equivaldría a 26,4 kilogramos por habitante (4,3%), compuesto por 20,3 kilogramos de carne bovina (7,4%), 5,2 kilogramos de carne aviar (-13,1%), y 0,9 kilogramos de carne porcina (111%). 

La mayor exportación no se tradujo en un aumento de la liquidación de divisas, en parte por la reducción en los derechos de exportación. "A pesar de que se estará cerrando el año con volúmenes exportados récord, la generación de divisas por exportaciones de carnes por parte de las tres cadenas consideradas ascendería a 3.152 millones de dólares, un 11,9% inferior a 2019", señala la Fundación Mediterránea, que lejos está de tener una visión cercana a la del oficialismo. De hecho, en un apartado del informe señala que una "intervención (del Estado en estos mercados) no sería una buena noticia, si bien podría tener efecto y ayudar a estabilizar (y hasta reducir) precios en el corto plazo". Es decir, para esta consultora no es buena idea intervenir aunque solucione el problema de los precios internos.

La Fundación sostiene que "el consumo se ha reducido a su mínima expresión histórica, quedando en buena medida el núcleo más “duro e inflexible” de consumos". "Los segmentos de clases media y baja que permanecen activos en el mercado se encuentran seguramente al límite de su capacidad de pago por el producto cárnico", agrega la entidad que creó el ex ministro de Economía. 

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