La inflación se desacelera pero todavía no arranca con 2%

La sensación de un crecimiento de precios menor al de los últimos meses está instalada en los mercados financieros, donde los valores de los activos financieros se fueron acomodando a esa expectativa.

23 de octubre, 2024 | 00.05

Los primeros datos anticipados de la evolución de la inflación marcan un nuevo descenso en octubre y, aunque el equipo económico de Javier Milei y Luis Caputo se entusiasma, todavía las consultoras lo mantienen rondando el 3%. Esto, de confirmarse, obligaría a esperar un mes más para alcanzar el mágico 2% que iguale la variación de precios al ritmo devaluatorio.

La consultora EcoGo, una de las que sigue semana a semana la variación de precios y elabora un índice que replica con bastante certeza la información del Indec, estimó una inflación de 3% para el mes. Según reveló en un posteo de la red social “X”, en la tercera semana de octubre el Relevamiento de Precios Minoristas Eco Go arrojó una variación semanal de alimentos de 0,4% y proyectó 3% para octubre. “El menor aumento en alimentos respecto a lo proyectado se compensó con aumentos mayores en otros rubros”, explicó.

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En la primera semana de octubre los alimentos se incrementaron 0,6% y 0,9% en la segunda semana, por lo que el índice de la tercera fue el más bajo de las últimas seis semanas e igualó a la primera semana de septiembre. La sensación de un crecimiento menor de precios menor al de los últimos meses está instalada en los mercados financieros, donde los valores de los activos financieros se fueron acomodando a esa expectativa.

Inflación de octubre: qué dicen los relevamientos

Según el informe de Estructura Financiera, por ejemplo, los Boncap siguen comprimiendo y rinden en torno a 3,4% (tasa efectiva mensual), invirtiendo aún más la curva tasa fija y descontando una inflación en 2,4% promedio para el cuarto trimestre de este año y de  2% mensual entrado el segundo semestre del próximo año.

En el banco de inversión CMF, “el registro de septiembre marcó un verdadero quiebre, no solo del piso del 4% que llevaba cuatro meses sin poder romperse, sino también de las expectativas”. Recordó que el REM publicado en octubre -realizado previo al anuncio del IPC de septiembre- mostraba una clara rigidez en los precios para los próximos seis meses y que el mercado parecía estar en línea con esas estimaciones.

“Sin embargo, una vez conocida la variación de precios, el mercado empezó a incorporar una aceleración del proceso desinflacionario. Así, las LECAPs ajustaron sus rendimientos a zona de 3,5% promedio desde 3,7%-4% previo al comunicado del INDEC. La curva se invirtió nuevamente después de varios meses, dando a entender que el mercado prevé cierta capitulación de la inflación en el largo plazo”, afirmó.

Sobre la base de ese análisis, consideró que “dada la caída de los rendimientos en la parte larga, parece lógico que el Tesoro continúe emitiendo lo más largo posible, incluso si eso implica pagar un leve premio sobre mercado”. El equipo económico jugó muy fuerte para lograr alinear la inflación a la tasa de devaluación que el Banco Central mantiene en 2% a lo largo del año. Forzó la baja del precio de los combustibles y aplicó una reducción generalizada de aranceles a insumos difundidos y bienes finales con alto impacto sobre la canasta de alimentos que mide el Indec.

El Gobierno redujo aranceles de importación a 89 productos como neumáticos para autos y motos, plásticos, pequeños electrodomésticos y productos de uso doméstico. En el caso de los neumáticos, los aranceles pasaron de 35% a 16% y en el de las motos de 35% a 20%. Otros 30 productos, entre los que se encuentran pequeños electrodomésticos, café, cremas solares y garrafas de gas, que tenían aranceles de entre 25% y 35% bajaron a entre 9% y 30%. Y 21 productos -entre ellos el plástico PET, los tubos de cobre e insumos textiles- que tenían alícuotas de entre 12,6% y 35%, pasaron a entre 2% y 20%. La reducción también alcanzó a 38 maquinarias -entre las que se encuentran hornos industriales, calderas y motores sin producción nacional- que tenían un arancel de entre 12,6% y 35% y pasaron a tener un arancel de entre 2% y 12,6%. 

Sin embargo, el mayor impulso a la reducción de la inflación vino por la estabilidad financiera, construida sobre la base del endeudamiento primero del Banco Central de la República Argentina a través de la emisión del bono Bopreal por más de diez mil millones de dólares y después por el proceso de endeudamiento privado, con la colocación de Obligaciones Negociables tanto en el mercado local como en el exterior.

Un informe de Research for Trader destacó que “se está dando un importante flujo de divisas proveniente del blanqueo de capitales que se dirige hacia nuevas emisiones de Obligaciones Negociables”. “Muchas empresas argentinas recurrieron este año al mercado doméstico para refinanciar próximos vencimientos 2024 y 2025 a través de la emisión de nuevos bonos (en dólares con emisiones bajo legislación local y extranjera), a tasas de interés de entre 4,97% y 9,75% a plazos de entre 2 y 7 años”, analizó.

Las emisiones “hard dollar” alcanzaron los US$ 1.500 millones desde el blanqueo pero “desde junio la cifra supera los US$ 3.800 millones”. Esos dólares son liquidados en el mercado de cambios lo que permitió al Banco Central salir como comprador neto de divisas en un contexto de mayor pagos de importaciones. Parte de los dólares el BCRA vuelve a volcarlos al mercado financiero para controlar la brecha con el dólar oficial y desalentar las expectativas de devaluación, que son las que terminan generando aceleración de la inflación.

Esta semana, Caputo, junto a su socio en la actividad privada, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se encuentran en Washington para asistir a la asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial. Argentina tiene pendiente la última revisión del acuerdo vigente con el FMI, que facilitaría el desembolso de unos US$ 1.100 millones, pero prefiere evitar el análisis de los técnicos del Fondo que deben plasmar en el Staff Report su lectura de la economía argentina.

El FMI mantiene la idea de que el Gobierno debería devaluar y unificar el mercado de cambio y liberar el flujo de capitales lo que es resistido por Milei y Caputo, que quieren avanzar a una dolarización de la economía sin acumulación de reservas.