Tras mostrar una fuerte baja en enero, la inflación mayorista siguió desacelerándose en febrero, pero solo gracias a que el freno lo puso una importante caída en las ventas, es decir del consumo, lo que demuestra una vez más que el ancla inflacionaria del Gobierno no es otra que la recesión fruto de la caída de los salarios reales.
La inflación mayorista fue de 18% intermensual en enero, según el Índice de precios internos al por mayor (IPIM) que reveló el Indec el último lunes. Pese a su elevado número, fue más baja que la inflación minorista, que trepó al 20,5% el mes pasado.
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Además, los 18 puntos de aumento representaron una fuerte desaceleración respecto al 54% de aumento de la inflación mayorista de diciembre. En ese primer mes de gobierno de Javier Milei, esta fue de más del doble que la minorista (subió un 25,5%) debido al impacto directo del aumento de los productos importados, ausente en el IPC del Indec, por la devaluación implementada por Luis Caputo, de un salto del 118% en el tipo de cambio. De hecho, en diciembre la inflación mayorista de productos nacionales fue del 51%, mientras que la de productos importados trepó al 80,6%.
De este modo, la fuerte baja de la inflación mayorista en enero fue producto de que no hubo un nuevo salto devaluatorio ese mes. Así, los productos nacionales mayoristas subieron un 19% ese mes, pero los importados se desaceleraron hasta caer de ese 80,6% a un 5,1%.
Febrero: menos inflación y más recesión
Esta tendencia siguió viéndose en febrero en el consumo masivo. Mientras que los hipermercados mayoristas registraron en enero una inflación del 28% (ya que su medición no incluye otros ítems presentes en el IPIM por fuera del consumo masivo), fuentes del sector con las que habló El Destape anticiparon que, en los 20 días que van de febrero, la inflación mayorista para el consumo masivo alcanzó 16%, equivalente a una desaceleración de unos 12 puntos. Es decir, todavía podría seguir aumentando en próximos nueve días, aunque la esperanza del rubro es que los precios estén más calmados en el último tramo del mes.
Sin embargo, la razón de esta caída no es otra que la baja en las ventas, entienden en el propio sector. En ese sentido, según agregaron las fuentes a este portal, los hipermercados mayoristas están percibiendo en febrero una caída en las ventas de entre el 15 y el 16%, un desplome mayor que en enero.
En otras palabras, la caída del salario real de aproximadamente un 14% en diciembre, que las consultoras prevén que profundice en enero por la ausencia de paritarias masivas, genera un menor poder de compra en los clientes de los comercios minoristas, por lo que estos, a su vez, le compran en un menor volumen a los hipermercados mayoristas y fuerza a las empresas proveedoras a moderar sus aumentos de lista.
Se trata de una buena muestra de cuál es la causa de la desaceleración de la inflación en el último mes y medio, del 25,5 al 20,5%, y proyectándose un índice "más cercano al 10 que al 20% para febrero, según dijo ayer el ministro de Economía, Luis Caputo. Pese a que el Gobierno sigue sosteniendo que la principal ancla es fiscal, monetaria y cambiaria, la verdadera ancla no es otra que el desplome del poder adquisitivo de la gente.