La inflación en la Eurozona alcanzó un nuevo récord en diciembre

07 de enero, 2022 | 11.00

La tasa de inflación interanual en la Eurozona marcó un nuevo récord en diciembre al marcar 5% interanual, según los datos preliminares publicados hoy por el instituto de estadísticas europeo Eurostat.

Los datos implican una nueva aceleración para la tasa inflacionaria en los 19 países que utilizan el euro: en julio la inflación había marcado un 2,2%, para luego superar la barrera del 3% en agosto, el 4% en octubre y un 4,9% en noviembre.

No obstante, el ascenso en diciembre es el más bajo desde junio, lo cual podría ser un signo de desaceleración.

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La cifra no se había registrado nunca desde el comienzo de la serie en 1997, es inédita en la historia de la moneda común y es superior a la estimada por un grupo de economistas de la agencia Bloomberg, que esperaba un 4,8% para diciembre.

Según los datos publicados por la entidad con sede en Francfort, los precios se vieron impulsados sobre todo por la energía que subió un 26% anual; y los alimentos, alcohol y tabaco que registraron una suba del 3,2% (un punto más que en noviembre).

En tanto, los precios de los bienes energéticos no industriales subieron 2,9% (comparado con el 2,4% de noviembre) y los servicios un 2,4% (una leve baja frente al 2,7% del mes anterior).

La suba en las commodities alimenticias y energéticas no son el único factor que impulsan a los precios pues, la inflación subyacente (sin ambos factores volátiles) ascendió 2,6%, lo cual muestra también las consecuencias de los problemas en las cadenas de producción y el pasaje de los costos al consumidor.

Los países más afectados son Estonia con 12% interanual (3,2% más que en el mes anterior), Lituania con 10,7% y Letonia 7,7%; mientras que las menores cifras las registraron Malta (2,6%), Portugal (2,8%) y Finlandia (3,2%).

En tanto, entre los principales países, España lidera la lista con 6,7%, seguido por Alemania (5,7%), Italia (4,2%) y Francia (3,4%).

Sólo cuatro de los 17 países presentaron una leve desaceleración respecto al mes anterior.

Los números están muy por encima de la meta tradicional del Banco Central Europeo (BCE) fijada en un 2% interanual; entidad que reiteró en diversas oportunidades que la escalada en los precios es un fenómeno "transitorio" por el rebote en la demanda posterior a la crisis del coronavirus.

La presidenta de la entidad monetaria, Christine Lagarde, había asegurado el mes pasado que la inflación continuará elevada en el corto plazo para, luego, caer durante 2023 a menos del 2%.

Esta postura es compartida por varios de los presidentes de los bancos centrales: François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia afirmó esta semana que los precios están cerca de su pico.

Según Lagarde, un aumento en las tasas de interés (hoy en mínimos históricos del 0%) no es el camino a seguir ya que sus efectos para contener los precios recién se sentirían luego de que se despejen las actuales presiones inflacionarias.

La entidad, asimismo, continuará (aunque a un menor ritmo desde marzo) con su programa de compra de activos para estimular el crecimiento.

El camino del BCE es contrario al de la Reserva Federal estadounidense (FED) que, para contener la inflación (que llegó al 6,8% en noviembre y que dejó de considerar como “transitoria”), ya comenzó a reducir su estímulos monetarios y planea tres subas en la tasa de referencia para este año.

Lo que sucederá en los próximos meses dependerá, en parte, del sector energético. Los precios del gas natural, que alcanzaron récords durante el año pasado en el continente, nuevamente subieron esta semana luego de que Rusia (el mayor importador a la región) redujera sus volúmenes enviados.

En ese sentido, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, señaló hoy que el Gobierno está “preocupado” acerca de las consecuencias económicas y sociales de la suba en la energía, y se buscarán medidas de contención de los valores, como, por ejemplo, a través de bajas en los impuestos.

“Es una situación de absoluta emergencia y no es sustentable ni para los hogares ni para las empresas”, señaló Le Maire, quién comparó las consecuencias con la crisis actual en Kazakstán, provocada por la suba en la energía.

Con información de Télam