En línea con las expectativas del mercado financiero y lo que el Gobierno adelantó serán los números de febrero a nivel nacional, el instituto estadístico de la Ciudad de Buenos Aires informó que la inflación en territorio porteño fue de 14,1 por ciento. Si bien muestra una leve desaceleración --que tomará nuevo impulso en marzo y abril con los ajustes en tarifas de servicios, prepagas, Educación y combustibles, entre otros--, mantiene un bimestre récord, con una inflación minorista acumulada de 38,9 por ciento.
Pese a las cifras que suele enumerar el presidente Javier Milei sobre la inflación heredada, con números estrambóticos como un aumento proyectado en diciembre último de 17.000 por ciento para luego sostener que se está en números más razonables, las cifras de CABA anticipan un alza anualizada que batiría todos los récords. En comparación con igual mes del año pasado, el índice de precios minoristas aumentó 264,5 por ciento, 26 puntos por encima de la interanual de enero, acelerando la carrera inflacionaria.
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La aceleración en los precios, que era alta, se disparó en diciembre con la devaluación que aplicó el ministro de Economía, Luis Caputo, del 53 por ciento (suba de 120 por ciento para el dólar), llevando la inflación de diciembre a los niveles más altos desde febrero de 1991 (había sido de 26,9 por ciento), lo que técnicamente ubicaba la cifra anualizada al 1760,5 por ciento. O como le gusta decir al Presidente, las medidas adoptar ni bien asumió llevaron a que la inflación "viaje" a un ritmo de 1760,5 por ciento anual, lo que se desprende de proyectar es alza mensual de manera acumulada durante todo el año. Con la inflación del 15 por ciento que anticipa Milei, "estaría viajando a 535 por ciento". [Cabe aclarar que el famoso 17.000 por ciento fue pura exageración. Para alcanzar ese valor la inflación minorista debería haberse mantenido en un promedio de 53 por ciento mensual durante todo 2023; algo que no ocurrió].
Las cifras en la Ciudad, por su peso en las estadísticas nacionales, suelen ser un buen anticipo de lo que será el IPC-Nacional. Es por eso que el 14,1 por ciento del distrito porteño se encuentra en sintonía con el 15 por ciento que anticipó Milei y Caputo a nivel nacional para febrero. También dijo que marzo y abril serán más complicados en materia de precios. De acuerdo con el índice del ente estadístico porteño, los rubros que explican la suba de febrero, con una incidencia del 72,2 por ciento en el incremento general del índice minorista fueron: alimentos y bebidas no alcohólicas; vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; transporte; Salud y servicios de comunicación.
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Le siguieron en importancia los incrementos en los precios de los automóviles y de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar. vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un alza de 13,2 por ciento, al impactar principalmente las subas en las tarifas residenciales del servicio de electricidad y en los valores de los alquileres, pese a que Milei aseguró que los precios de los inmuebles ofrecidos bajaron por el decreto que eliminó la Ley que regulaba ese arrendamiento. Salud se elevó 21,1 por ciento, por ajustes en las cuotas de la medicina prepaga. También derivado de la desregulación de las empresas de medicina prepaga a través del mismo DNU. Información y comunicación aumentó 19,4 por ciento, por los incrementos en las tarifas de los servicios de telefonía móvil y de comunicación agrupados.
Estos valores que dejaron de estar regulados arrojaron para los bienes una suba (13,3 por ciento) menor a los servicios (14,8 por ciento), reflejo principalmente de los aumentos en las cuotas de la medicina prepaga y en el boleto de colectivo urbano. En menor medida, se destacaron las alzas en los precios de los restaurantes, bares y casas de comida, en las tarifas residenciales del servicio de electricidad y en el valor de los alquileres de la vivienda.
En los primeros dos meses del año los bienes acumularon una suba de 40,8 por ciento, mientras que los servicios aumentaron 37,3 por ciento. En términos interanuales, ambas agrupaciones se aceleraron hasta 313,7 por ciento interanual en el caso de los bienes y en 230,2 por ciento en el caso de los servicios.
"La dinámica mensual de los bienes respondió fundamentalmente a los incrementos en los precios de los alimentos (principalmente panificados, lácteos y carnes)", detalla el informe del organismo estadístico de la Ciudad. Le siguieron en importancia, las subas en los valores de los automóviles, de los aparatos y artículos para el cuidado personal y de las prendas de vestir.
La agrupación de precios "regulados" aumentó 26,5 por ciento, como resultado paradójicamente de sus desregulación. Se destacan así las alzas en las cuotas de la medicina prepaga, en el valor del boleto de colectivo urbano, las tarifas residenciales del servicio de electricidad y los precios de los combustibles para vehículos de uso del hogar. Estos rubros aceleraron entre febrero y enero el alza interanual en 62,2 puntos porcentuales a una cifra interanual de 265,6 por ciento.
Por último, los bienes y servicios Estacionales promediaron una suba de 2,4%, como resultado de comportamientos contrapuestos: incrementos en los precios de las prendas de vestir, de las frutas y de las verduras, que fueron parcialmente contrarrestadas por caídas en los valores de los servicios turísticos (pasajes aéreos, alojamiento en hoteles y paquetes vacacionales). En términos interanuales, este agregado se desaceleró hasta 219,4 por ciento interanual (-2,2 puntos).