La inflación cede levemente en el Reino Unido pero sigue siendo más alta de lo estimado

19 de abril, 2023 | 08.47

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Reino Unido se desaceleró en marzo a 10,1% interanual, una ligera mejora respecto del 10,4% del mes anterior, pero menos de los esperado, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).

La cifra sigue siendo alta en comparación con las expectativas de los economistas, que esperaban una cifra del 9,8%.

La desaceleración se debe a la caída de los precios del combustible, que han vuelto a los niveles de hace un año, cuando la guerra de Rusia en Ucrania provocó un aumento en los costos del petróleo.

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Aunque la desaceleración en la inflación es una buena noticia, todavía hay presión alcista en los precios de los alimentos, como el pan, la leche y los huevos, así como en los precios del gas y la electricidad.

De hecho, la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas alcanzó el nivel más alto desde agosto de 1977, con una medida del 19,1%.

Los altos costos de los productos básicos y de producción son los principales culpables.

La inflación afectó de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos, ya que estos gastan una mayor proporción de sus ingresos en alimentos.

El economista jefe de la ONS, Grant Fitzner, explicó que la disminución en la inflación general en marzo se debió principalmente a la caída de los precios del combustible para motores y los costos del combustible para calefacción, que habían aumentado fuertemente en el mismo período el año pasado.

Además, indicó que los precios de la indumentaria, los muebles y los artículos para el hogar aumentaron, pero más lentamente que hace un año.

Sin embargo, estos aumentos fueron parcialmente compensados por el aumento de los costos de los alimentos, que continúan subiendo abruptamente, con la inflación de los precios del pan y los cereales en un nivel récord.

Aunque se espera que la temporada de cultivo del Reino Unido traiga un alivio temporal en los precios de los productos frescos, el impacto general de la inflación de los alimentos en la economía del Reino Unido aún no se ha mitigado por completo.

Aunque las últimas cifras ofrecen cierta esperanza, ya que sugieren que la inflación podría estar disminuyendo, esto no es motivo para el Banco de Inglaterra para pausar su acción en la lucha contra la inflación a través de aumentos en las tasas de interés.

Desde diciembre de 2021, la entidad aumentó las tasas bancarias en 11 veces consecutivas en un intento por controlar las presiones de precios en la economía, y la situación actual sigue siendo preocupante por lo que es necesario seguir tomando medidas para abordarla.

Con información de Télam