El precio de la carne arrojó en mayo un aumento interanual de 76,2 por ciento, casi 30 punto por encima de la inflación (47,3 por ciento). El dato ya es estremecedor, pero podría ser peor. Todavía le falta para adecuarse a los incrementos que en el mismo lapso tuvo la hacienda vendida en el Mercado de Liniers. En los últimos doce meses, el novillo negociado en ese mercado concentrado incrementó su precio 120 por ciento, producto del manejo especulativo de algunos frigoríficos matarifes. El valor del novillo aparece como una referencia para los precios del mercado interno. Si no se impide que un grupo de firmas exportadoras controle, especule y monopolice los precios en el mercado, el traslado del aumento de la hacienda en pie a la góndola será inevitable.
La necesidad de desacoplar o desenganchar el precio internacional del precio local, para evitar que el aumento de las demandas de carne o la suba del precio del maíz signifiquen un traslado inflacionario al mercado local pone la lupa sobre herramientas disponibles tales como cupos de exportación o retenciones. El Gobierno planea anunciar esta semana un plan ganadero con el que buscará aumentar la producción de carne vacuna a 5 millones de toneladas para asegurar la provisión del consumo interno y los envíos al exterior. Este sábado finaliza la suspensión de 30 días dispuesta para las exportaciones, implementadas a causa del incremento verificado en los precios en el mercado local en los últimos meses. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anticipó en declaraciones televisivas que serán varios anuncios.
Según el relevamiento de precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), la carne aumentó en mayo 6,1 por ciento respecto a abril y a lo largo de los últimos doce meses acumuló un incremento del 76,2 por ciento, sensiblemente por encima de la inflación. "A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (92,6 por ciento), matambre (80,2 por ciento) y vacío (84,6 por ciento)", señala un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que analiza la evolución mensual del precio de la carne y de las frutas y verduras, y las razones del mismo.
En los últimos meses quedó evidenciado que la dinámica de los precios de la carne en mostrador pareciera estar vinculada al aumento del precio del novillo en Liniers, bajo la excusa del incremento del precio del maíz.
En mayo el incremento ponderado promedio de los cortes de carne vacuna anotó un aumento de 5,9 por ciento, según el informe del CEPA. Los cortes intermedios y caros son los que menos aumentaron, con 5,3 y 5,7 por ciento respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos alcanzó 7,8 por ciento. Los principales aumentos entre los económicos se dieron en los cortes de osobuco (9,9 por ciento) y picada común (8,7 por ciento), en un escenario donde en todos los cortes las variaciones superaron al promedio de aumentos de la carne vacuna en su conjunto.
Analizando los cortes más caros, los principales aumentos fueron para el peceto (6,6 por ciento), bola de lomo (6 por ciento), lomo (5,7 por ciento), colita de cuadril (5,1 por ciento) y cuadrada (5,6 por ciento) y un aumento menor al promedio en matambre (3,5 por ciento) y vacío (4,5 por ciento).
La desregulación macrista en el mercado cárnico, como la aprobación de frigoríficos sin verificación del SENASA o la eliminación de los ROE (permisos de exportación, y el aumento de la demanda china tensionan actualmente sobre los precios internos. La demanda china representa en la actualidad el 75 por ciento de las exportaciones de nuestro país. "Entre 2010 y 2016 el promedio mensual de exportación de carne vacuna osciló entre 15 y 20 mil toneladas. A partir de 2017 comenzó un muy acelerado crecimiento, llevando el promedio mensual de exportación a 70 mil toneladas mensuales en 2019 y 75 mil en 2020", destaca el CEPA.
Este incremento en el volumen exportado tensiona la política comercial, ya que, por un lado, mejora la balanza comercial proveyendo de una parte de las necesarias divisas que requiere el país, pero, por otro lado, impacta en los precios internos. El informe también destaca el impacto de la especulación en el sector y el denominado "rulo cárnico o rulo ganadero, un negocio que, tal como informó El Destape, estaba vinculado a ganar obteniendo un margen producto de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo presionando sobre el precio de la hacienda.
La semana pasada la Aduana realizó inspecciones en la cadena de la carne y finalmente denunció a 19 frigoríficos por operaciones fraudulentas. La AFIP identificó irregularidades en la inspección en 9 de cada 10 frigoríficos (investigaron 154) y que representan 72 por ciento de la faena total de carne vacuna.
El otro elemento que tiene impacto en la determinación de los precios de la carne vacuna, así como en otros productos sensibles como el pollo, huevo o leche, es el precio del maíz, por ser un insumo utilizado por esta industria. En el último año escaló un 86 por ciento en dólares. En el sector aseguran que la incidencia del maíz en el costo de hacienda alcanzaría valores cercanos al 8 por ciento del costo total. En otras palabras, el aumento de precio del maíz sólo explicaría 7,5 puntos porcentuales del 75 por ciento de aumento de precios en el último año.