Festejos que duran poco: tras baja de mayo esperan repunte de inflación en junio

Las estimaciones privadas prevén que el impacto de los ajustes en tarifas y combustibles derivará en una inflación para junio en torno al 6% y 6,5%.

14 de junio, 2024 | 12.32

Como todo en este Gobierno, la celebración del Gobierno por la puntual baja en la inflación de mayo será más que acotada. Luego de conocerse el dato del 4,2 por ciento del índice de precios minoristas respecto del mayo, economistas y consultoras anticipan un importante repunte para junio, dado que la baja del mes pasado se sustentó sobre la retracción de servicios regulados, otros que se mantuvieron pisados y un dólar que se sigue atrasando; un combo insostenible en el largo plazo. Las estimaciones privadas prevén que el impacto de los ajustes en tarifas –luz, gas y transporte—y de otros regulados, junto al impacto de aumento en combustibles derivará en una inflación para junio en torno al 6 y 6,5 por ciento.

El INDEC informó este jueves que el índice de precios al consumidor arrojó en mayo un alza de 4,2 por ciento, siendo el registro más del bajo del año y de la administración de Javier Milei, luego de que en diciembre alcanzara el récord de 25 por ciento producto del salto cambiario aplicado en los primeros días de gestión, de 118 por ciento. En el cotejo interanual, la inflación minorista se arroja un interanual del 276,4 por ciento, informó el INDEC. Por encima del promedio mensual se ubicaron los servicios no regulado.  La división de mayor aumento en el mes fue Comunicación (8,2 por ciento), por las subas en los servicios de telefonía e internet. Le siguieron Educación (7,6 por ciento), por incrementos en todos los niveles educativos, y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7 por ciento) por el alza en los cigarrillos.

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El economista Enrique Szewach aseguró que la baja de la inflación que se registró en mayo esconde "algunas cosas artificiales", como tarifas y prepagas que no aumentaron ese mes, pero que sí lo hicieron en junio. Claramente hay una tendencia a la baja de la inflación, pero con algunas cosas artificiales, como tarifas que deben ser ajustadas y prepagas que volverán a su valor. Estamos en un contexto donde se celebra una inflación del 4,2 por ciento mensual, pero ese porcentaje es el que tienen los países vecinos en un año", destacó el economista, ex integrante de la Fundación Mediterránea.

De esta manera, podría considerarse a junio, en el mejor de los casos, como un mes bisagra por el impacto de la suba de tarifas postergadas y algunas señales de rebotes en los precios de los alimentos. Sin embargo, la posibilidad de una corrección cambiaria, sea de la naturaleza que sea, por encima de la pauta de 2 por ciento mensual de apreciación del dólar –utilizada como ancla inflacionaria—podría derivar en una nueva aceleración inflacionaria de más largo aliento.

Los primeros datos de inflación del mes en curso obligan a ser cautelosos con esa posibilidad dado que impactarán los ajustes en las tarifas de los servicios públicos y los alimentos arrancaron con algún rebote. El rubro alimentos en mayo tuvo un aumento del 4,8 por ciento, por encima del promedio general. La consultora LCG midió que en la primera semana de junio los alimentos estuvieron estables, pero en la segunda registraron un alza del 1,5 por ciento, con lo cual en la medición "punta a punta" de las cuatro semanas da un alza del 4,8 por ciento.

"Además, en junio computarán los aumentos de transporte (subtes en la Ciudad de Buenos Aires, a mediados de mayo y otro ajuste en junio), naftas, y electricidad y gas (ajustes en la parte de generación, con transporte y distribución todavía suspendido) y, nuevamente prepagas", advirtió la consultora LCG. El informe aclara además que "la notable desaceleración de la inflación se explica por el desplome de la demanda y por la apelación (nuevamente) al uso del ancla cambiaria como medida anti-inflacionaria". "Seguimos sosteniendo que el verdadero test para ver si entramos en un nuevo régimen de inflación más baja deberá hacerse con la actividad repuntando y los salarios recortando la caída de los últimos tiempos. Recién ahí podremos ver si las expectativas inflacionarias están realmente ancladas", explica la consultora. En este caso la pregunta es si ya se alcanzó el piso de consumo y, eventualmente, el de la recesión auto-infringida por el gobierno de Javier Milei.

En junio el Gobierno avanzó en el esquema de transición para quitarles los subsidios a los usuarios residenciales de los sectores medios y bajos. Según cálculos privados, las boletas podrían llegar a aumentar un 100 por ciento y tendrán impacto en los números de inflación de este mes y en los siguientes. Nicolás Alonzo, economista de Orlando J. Ferreres & Asociados (OJF), indicó que, "a modo de referencia, una suba de 100 por ciento en electricidad suma 0,35 puntos al IPC, mientras que una suba de gas de igual magnitud añade 0,91 puntos”. Fausto Spotorno, director de OJF & Asociados, había anticipado hace unos días que el relevamiento de la consultora arrojó que la primera semana de junio terminó con una inflación del 5,5 por ciento respecto a las cinco semanas de mayo.

Un análisis de la consultora EcoGo midió un aumento de alimentos del 0,5 por ciento en la primera semana de junio, lo cual arrojaría un alza mensual del 4,1 por ciento. No obstante ello, la inflación general del mes treparía al 6,1 por ciento, según la estimación preliminar. "El aumento respecto al mes anterior responde a los incrementos registrados en servicios regulados –que en mayo fueron congelados-, destacándose las subas en tarifas de gas, electricidad, agua, combustibles y prepagas", señala la consultora que dirige la economista Marina Dal Poggeto.  

A esto debe sumarse el efecto de segunda ronda de los ajustes de tarifas sobre los precios porque incrementan los costos de producción de otros bienes y servicios y el ajuste en combustibles sobre los costos logísticos. Para el Gobierno la nafta y el gasoil deberían aumentar otro 20 por ciento para alcanzar los precios internacionales. Desde la consultora ACM consideran que será difícil que la inflación continúe a la baja: "Existen varios mecanismos que llevan a pensar que el dato de junio será superior al del mayo. La quita de subsidios a servicios como la electricidad y del gas o la actualización del impuesto a los combustibles impactarán directamente sobre el IPC del próximo mes".

La medición que realiza la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) en la Ciudad de Buenos Aires ubicó en 3,8 por ciento el incremento de los precios de la primera semana de junio. De ese total, resaltaron, 1,2 puntos corresponden a los incrementos en las tarifas de luz y de gas. “Respecto a la primera semana de mayo los precios crecieron 7,1 por ciento y 299,7 por ciento comparado con un año atrás. El mayor incremento semanal corresponde a Regulados (10,8 por ciento), destacó la FIEL. El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central mostró sus nuevas estimaciones para la inflación durante el 2024. Según las más de 40 consultoras que participan de ese informe, el índice de precios de junio cerrará con un alza del 5,5 por ciento.

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