La papa entró en el círculo vicioso de la dispersión de precios. Y de la especulación en el caso de los grandes comercios. En algunos supermercados de la ciudad de Buenos Aires se vende a 1100 pesos el kilo mientras que en las verdulerías no bajaría de los 600 pesos. Esta sería la situación, según lo difundido en diferentes medios de comunicación. Pero existe otra opción. La Cámara de productores operadores mayoristas fruthortícola del Mercado Central De Buenos Aires informó que en dicho espacio el tubérculo puedo conseguirse a 216 pesos el kilo.
El tubérculo comenzó a subir de precio a principio de agosto y su ascenso no se detuvo hasta el momento. A fines de junio, podía conseguirse a 380 pesos, luego pasó a los 520 pesos el kilo. Según la medición de la asociación Consumidores Libres, a fines de agosto la papa negra llegó a costar $650 acumulando en el mes un 25% de incremento y de 120% en lo que va del 2023.
De esta manera se convirtió, junto a los huevos, el azúcar, el tomate y la naranja, en uno de los productos de la canasta básica de alimentos que más subió en el año.
Ante esta situación, amplificada por los medios de comunicación, los operadores productores del rubro frutihortícola del Mercado Central emitieron un comunicado con detalles de los valores que pueden encontrarse en dicho mercado concentrador.
“Nos dirigimos a toda la prensa y al público consumidor como principal receptor y damnificado, según lo trascendido en todos los medios periodísticos por lo que se está cobrando el producto más masivo de la canasta de alimentos de las familias argentinas, la papa”. Así arrancó la misiva de la cámara que reúne a los productores frutihortícolas.
“Decimos que dicho artículo en el Mercado Central De Buenos Aires, el negocio minorista (hipermercados, fruterías verdulerías) adquiere la bolsa de 19 kg de buena calidad (comercial) por 4300$, por ende el kilo sale 226 pesos”, continuaron en su comunicado.
Desde la entidad agregaron que por ser la papa un producto estacional, no podría ser remarcado con más de un 40%. Es decir, que como mucho debería comercializarse en los 310$ el kilo. Con estas aclaraciones, queda más en claro dónde estarían los formadores de precios que suelen especular durante los contextos más inciertos de la economía local.
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