El Banco Central subió fuerte la tasa de interés y la llevó al 91% anual

En una medida de anclaje al peso y quita de presión al dólar, la autoridad monetaria aplicó la suba más importante en lo que va de gestión del Frente de Todos. La tasa de retorno será superior al 140% para el plazo fijo.

27 de abril, 2023 | 11.14

En una drástica medida monetaria para reducir la presión sobre el dólar, el Banco Central subió la tasa de interés 10 puntos para llevarla del 81% al 91%. También se modificó el monto máximo de plazo fijo alcanzados por esta tasa, que pasará de $ 10 millones a $ 30 millones.

Como anticipó El Destape, la suba fue de 1.000 puntos básicos, que la llevó al 91% la tasa nominal anual (TNA), con un rendimiento efectivo mensual en torno al 7,6% y un interés efectivo anual (TEA) del 141% para las Leliq y del 140,5% para el plazo fijo. 

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Previo al mes de abril, la idea que primaba en el directorio de la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce era mantener la tasa intacta, pero los desajustes en el dólar ilegal y los financieros motivaron la decisión del Gobierno para incentivar el vuelco al ahorro en pesos.

En marzo se había concretado la primera actualización luego de seis meses de mantenerla fija en 75%. En aquella oportunidad llevó la nominal a 78% anual, que implicaba una tasa efectiva todavía por encima de la inflación. En los pasillos de la autoridad monetaria no había intenciones de mover los parámetros, pero el auge inflacionario de marzo y el abrupto incremento de los tipos de cambio alternativos presionaron por los cambios de opinión. Se trata de la suba de tasas más elevada en lo que va de gestión del presidente Alberto Fernández.

Con este instrumento, el Gobierno pretende despejar los escenarios proclives a una devaluación. Las tasas implícitas de ROFEX vienen enseñando una tendencia alcista, sobre todo a partir de agosto. Sin embargo, la contracara de la suba de tasas para volcar el ahorro hacia el peso es un posible impacto sobre la actividad económica. La toma de crédito por parte pequeñas y medianas empresas podría verse condicionada, que hasta ahora "surfea" el enfriamiento macroeconómico.

Cuál puede ser el precio de frenar al dólar

Según los últimos datos disponibles del BCRA, por tercer mes consecutivo los préstamos en pesos volvieron a caer en marzo, a una tasa del 0,2% real (2,8 puntos menos que en febrero). De este modo, cayeron un 13,9% en términos anuales, desacelerando en 1,4 puntos respecto a la tasa observada durante el mes previo.

Al mismo tiempo, los préstamos a las empresas fueron los únicos que, hasta el momento, lograron crecer en la medición mensual (+0,9 real). Según consignó la consultora LCG, el impulso provino por el aumento del 2,1% real en Documentos, aunque los adelantos se contrajeron un 1,5% real respecto a febrero. Aún así, en términos anuales, los préstamos a las empresas se contrajeron por sexto mes consecutivo, alcanzando una tasa del 10,1% real, 1,3 puntos menos que la contracción de febrero.

Los créditos al consumo volvieron a caer y lo hicieron a una tasa del 0,6% mensual real. Esta caída se vio explicada por la contracción de los préstamos personales de 1% m/m y una caída en el financiamiento en las tarjetas de crédito del 0,3% real. En términos anuales, los préstamos al consumo marcaron una caída del 15,1% real, -1,1 puntos respecto a lo ocurrido en febrero.

Por último, los préstamos con garantía real se contrajeron un 2,9% real en marzo, principalmente porque los créditos hipotecarios cayeron un 4,9% real en el mes, marcando ya quince meses de caída. En línea con esta cifra, la variación en términos anuales de los préstamos con garantía fija fue de -22,2% real.

Las cifras se traducen en la proximidad del estancamiento. En febrero, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) se mantuvo sin cambios respecto a enero, acumulando en el año un modesto avance (+0,5% respecto a diciembre).

De esta manera, tras acumular cuatro meses en caída al cierre de 2022, la actividad se estancó en un nivel 2,1% inferior al de agosto del año pasado, afectada por las restricciones a las importaciones, el deterioro de los ingresos reales, un impacto parcial de la sequía  y una política fiscal-monetaria con mayor sesgo contractivo.