“¿Qué hace La Anónima con la inflación?” “Remarca precios todos los días”, dijo y compartió risas con la complicidad del público, el empresario argentino Federico Braun, dueño de una de las cadenas de supermercados más grande del país, La Anónima S.A..
Dichas declaraciones tuvieron lugar en el marco de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y se dan en una coyuntura que encuentra al país con una inflación del 23% para los primeros cuatro meses del año, con incidencia central del rubro alimentos que registra incrementos del 6% mensual.
Al buscar las razones que explican la suba inflacionaria no pueden obviarse los problemas estructurales de la economía argentina históricamente asociada a los movimientos del tipo de cambio y la suba de precios, a la puja distributiva, a una inercia que tras la gestión del gobierno de Cambiemos se mantiene en un nivel cercano al 50% y al rol central de las commodities con impacto de los precios internacionales y la necesidad de desacoplar precios cuando, como ahora, se produce una disparada global de los alimentos.
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Sin embargo, también es necesario mirar el rol propagador que tienen actores con poder relativo en cadenas de producción y comercialización, que utilizan ese poder para cubrirse en contextos determinados en tanto conforman mercados concentrados que reducen la cantidad de actores y detentan capacidad para fijar precios, presionar e imponer condiciones. Un ejemplo latente de ello fue la remarcación promedio de 15% que tuvo lugar entre el 16 y 18 de marzo pasado en productos claves de la canasta básica, y tras anuncios de medidas oficiales contra la inflación.
En relación, las grandes cadenas de supermercados y empresas de alimentos vienen incumpliendo en un 39% los acuerdos de precios pactados con el Gobierno, a partir de incrementos que no encuentran explicación en una suba de costos y que se vinculan directamente con la especulación. En esa línea, es posible afirmar que la dinámica oligopólica tiene una responsabilidad no menor en la evolución de los precios, no sólo por la remarcación sino también porque ante un escenario de estabilidad macroeconómica (baja de la brecha cambiaria y acuerdo con el FMI con reducción fiscal y monetaria) los precios subieron igual.
El propio Braun, integrante de una de las familias más poderosas de la Patagonia que posee una estructura empresarial con al menos 22 sociedades, confirmó a modo de “chiste” el rol que juegan ciertas empresas al fijar precios, especialmente en alimentos, que además representan el principal gasto de las familias, en promedio 22,7% (ENGho 2017-2018). En la mencionada jornada, señaló también que a pesar de que “decimos que no somos formadores de precios, es una pequeña mentira".
En ese sentido, el informe “Concentración en la cadena de comercialización en la Argentina” realizado por el CEPA para el periodo 2016-2019 da cuenta de que los hipermercados y supermercados concentran el 32% de las ventas de productos de consumo masivo, a lo que se suma un 10% en las tiendas de cercanía que les pertenecen, llegando a un total de 42%. En tanto que solo seis cadenas (La Anónima, Carrefour, Cencosud, Coto, Wal-Mart, Día) concentran alrededor del 80% de las ventas totales del sector en el país.
"Yo creo en la absoluta libertad de precios", aseguró el empresario en cuestión, que supo expandirse a partir de inversiones simultáneas y diversificadas en rubros como almacenes de ramos generales, estancias, frigoríficos, comercio de lanas, transporte naval y hasta participaciones en el astillero ASTARSA. Además, según revela el estudio “Estructura corporativa y riqueza en la Argentina” de CEPA, se trata de una familia que registra una fuerte concentración en el sur del país, a partir de la ocupación de tierras para la producción ganadera, la expansión de establecimientos comerciales, la incorporación de los primeros frigoríficos ovinos en el mercado nacional y la incursión en la actividad bursátil y financiera.
En la actualidad, el Grupo Braun mantiene participación de control en Patagonia Logística SA, mediante la cual desarrolla funciones de abastecimiento y distribución de los puntos de venta de la cadena, y Tarjetas del Mar SA, que financia a quienes operen en su propia cadena. Estas dos empresas, junto a Importadora y Exportadora de la Patagonia SA, conforman el Grupo La Anónima que concentra la comercialización, la logística, y el financiamiento de corto plazo. La valorización del patrimonio de la familia se ubicaba a febrero de 2021 en USD 397.094.471, con un sensible incremento a febrero de 2022, llegando a un valor de USD 430 millones, monto que supera el valor pre-pandemia.
Finalmente, vale preguntarse en qué medida logran su cometido los incentivos al mercado frente a un sector concentrado con capacidad para fijar arbitrariamente precios o si, quizás, son necesarios otros elementos de política económica ante las resistencias constantes que muestran algunos sectores que, en definitiva, remarcan porque pueden.