La inflación de la tercera semana de septiembre fue de 1,7%, según la estimación del Ministerio de Economía. Se trata de la quinta semana consecutiva con caída de los precios luego del récord de suba registrado en la tercera semana de agosto por la devaluación post PASO, lo que hace prever una desaceleración inflacionaria para el mes que terminará mañana.
"La inflación semanal se ubica nuevamente por debajo del 2% tras el pico de 4,8% de agosto y después de dos semanas de septiembre con subas que habrían sido del 2,1% y 2,0%", especificó la Secretaría de Política Económica en su informe de inflación semanal que comenzó a publicar un mes atrás.
Al respecto, Economía destacó que "a pesar de seguir la inflación en niveles muy elevados, ha venido siendo significativa la baja semanal respecto a los picos de agosto". "Alta, pero en franco descenso", señaló en ese sentido el secretario de Política Económica y viceministro, Gabriel Rubinstein, al informar los datos en redes sociales.
De este modo, según el informe oficial del Ministerio de Economía, las tres semanas contabilizadas a partir de inicios de septiembre (desde el 3 al 24 de septiembre) presentan una inflación acumulada del 5,91%. A comparación, la inflación acumulada que había calculado el Palacio de Hacienda en las tres primeras semanas de agosto, lo que incluyó la devaluación post PASO, fue del 10,9%.
Entonces, estas previsiones oficiales de Rubinstein indican que, para que la inflación de septiembre supere a la del 12,4% agosto, la suba de precios de la última semana del mes debería ser de poco más del 6%, un escenario que luce como altamente improbable.
Es evidente que se trata de números altísimos y contrarios al equilibrio macroeconómico que busca el Gobierno, más todavía en época electoral. Aun así, no deja de ser clave que se restablezca un nuevo sendero de baja inflacionaria, especialmente cuando desde sectores opositores agitan el fantasma de que la suba porcentual de dos dígitos es el primer paso hacia una inevitable espiralización para los próximos meses.
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Las cifras publicadas hoy por Economía deberán ser luego contrastadas con la inflación oficial que revelará el Indec el próximo 12 de octubre, ya que la Secretaría de Política Económica advierte que su relevamiento se trata de "estimaciones preliminares" sujetas a la publicación que realice el organismo estadístico. De hecho, la dependencia que conduce Rubinstein aclara que su informe se basa en "diversas fuentes" que son "completamente independientes" a las del Indec: precios online de bienes de consumo masivo en supermercados, precios de automóviles y medicamentos y relevamientos online de precios regulados.
De cualquier modo, este pronóstico de desaceleración previsto por el Palacio de Hacienda coincide con el anticipo de los privados, aunque estos estiman una baja menos pronunciada. Por caso, C&T estima para septiembre una inflación algunas décimas por encima del 11%, según señaló a El Destape.
La misma consultora considera, hasta el día de hoy, que la baja continuaría en octubre y que el mes entrante presentaría una inflación de un dígito, aunque advierte que este escenario puede modificarse por el "riesgo que presenta la expansión fiscal".
La posibilidad de una nueva desaceleración en octubre se verá favorecida por los pocos aumentos en tarifas reguladas que habrá en el mes, limitados a los bienes de consumo masivo de Precios Justos (un 5%), los alquileres firmados un año atrás (un 115%) y a los servicios de telecomunicaciones (un 4,5% autorizado oficialmente, lo que no suele ser cumplido por las empresas del sector). Al contrario, regirán los congelamientos para los combustibles, prepagas, transporte público en el AMBA y tarifas de luz y gas.