La cifra de inflación de agosto confirmó el duro pronóstico que se preveía tras la devaluación forzada por el FMI. Tanto los alimentos como la salud mostraron subas por encima del promedio general (12,4%) y empujaron hacia arriba. Luego de las PASO, el Gobierno promovió acuerdos con ambos sectores para frenar la escalada en las próximas semanas, más allá del inevitable "efecto arrastre" para septiembre.
Según el informe de Indec, la división de mayor aumento en el mes fue alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%). Le siguieron salud (15,3%) –principalmente por los aumentos en medicamentos– y equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%). Dentro de los alimentos, el incremento del 25% en carnes fue determinante, explicando 8,5 puntos de la suba total (y 2,3 puntos de la inflación general). No obstante, otros alimentos tuvieron también subas relevantes: Verduras 19%, panificados 11,6% y frutas 11,1%.
Al respecto, la Secretaría de Política Económica difundió un comunicado y afirmó: "En agosto, el alto nivel de inflación ha estado influido por las subas del tipo de cambio nominal, en especial el salto del 14 de agosto". Y agregó: "En septiembre, se evidenciará también el efecto arrastre derivado de dicha inflación".
En adelante, "esperamos una significativa reducción de las tasas de inflación, lo cual podrá evidenciarse en las mediciones de las tasas semanales de inflación", cerró el comunicado. El Gobierno ya puso en marcha programas para detener el espiral de aumentos.
Freno a las prepagas y moderación en los precios
Luego de las PASO, el Gobierno decidió renovar los acuerdos de precios vigentes dentro de Precios Justos con una suba del 5% mensual por 90 días. La unidad que comanda Guillermo Michel estableció diferentes beneficios fiscales para las empresas, como por ejemplo prórrogas en los vencimientos de algunos tributos, con el objetivo de amortiguar la suba de costos y que no haya traslados a precios.
Con este anuncio, el Gobierno autorizó a las principales empresas de alimentos y otros bienes esenciales a subir los valores de sus productos en un 5% mensual por tres meses, con el objetivo de que puedan absorber la devaluación del 22%. De hecho, como no todos los insumos que utilizan son en dólares, dicho incremento les mejoraría incluso su rentabilidad.
Tanto Michel, como Tombolini y Gabriel Rubinstein, secretario de Política Económica, dejaron en claro que realizarán una trazabilidad por empresas y productos, donde también se pondrá en juego las cuestiones vinculadas al comercio exterior.
En complemento, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que las empresas de medicina privada enroladas en la Unión Argentina de Salud (UAS) finalmente llegaron a un acuerdo con el Gobierno para mantener congeladas por 90 días las cuotas.
La medida se aplicará para los grupos familiares con ingresos no superiores a $ 2 millones brutos mensuales y en la medida que declaren no poseer capacidad económica que les permita hacer frente a la cuota con el esquema de ajuste actual del índice de costos de salud. Las prepagas explicaron que la cuota de setiembre -sube 6,97%- ya fue facturada en la última quincena de agosto, con lo cual el acuerdo tiene vigencia a partir de septiembre, es decir, entre octubre y diciembre.
Los afiliados que quieran acceder al beneficio deberán declarar sus ingresos y que no cuentan con la capacidad económica financiera a través del aplicativo que ya está disponible en el sitio web institucional de la Superintendencia de Servicios de Salud. Se considera que el grupo familiar no posee capacidad económica cuando el titular o sus afiliados no sean propietarios de DOS o más inmuebles; sean propietarios de tres o más vehículos, excepto los hogares donde exista al menos uno una conviviente con Certificado Único de Discapacidad (CUD); sean titulares de una o más aeronaves o embarcaciones de lujo según la tipología aplicable por AFIP, o sean titulares de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.