El diputado nacional de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias aseguró que "la informática y las tecnologías de la información no son una industria". Sus dichos refirieron a una crítica por un acto encabezado por el presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus.
A través de su cuenta de Twitter, el diputado macrista disparó sin argumentos: "La informática y las tecnologías de la información no son una industria. No producen objetos, no tienen fábricas ni chimeneas, ni producción centralizada". Y agregó: "Son sectores productivos, no industrias. Si el ministro del sector no entiende esto, estamos en el horno".
Cabe aclarar que el concepto de industria 4.0 refiere a una nueva manera de producir mediante la adopción de tecnologías 4.0, es decir, de soluciones enfocadas en la interconectividad, la automatización y los datos en tiempo real.
Esta transformación no solo abarca a la producción de bienes y/o servicios de una empresa, sino a toda la cadena de valor, dado que reconfigura tanto los procesos de elaboración y las prestaciones de productos, como la gestión empresaria, las relaciones clientes y proveedores y, en un sentido más amplio, los modelos de negocios.
Por qué Iglesias criticó la industria del conocimiento
La insólita crítica se suscitó porque el Presidente encabezara, junto a la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, y Filmus la reunión del Consejo Económico y Social en la que el titular de la cartera científica presentó el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
El plan es el resultado de un proceso colaborativo a escala nacional, del que participaron todas las provincias e instituciones relevantes del sector científico y tecnológico del país, las asociaciones sindicales, empresariales y de la sociedad civil. Surge con el objetivo de resolver problemas sociales y productivos a partir del escenario de crisis recibido de la administración anterior, al que se sumó el impacto socioeconómico de la pandemia por el virus Sars-CoV-2.
En ese marco, se definieron 10 desafíos nacionales que orientan la demanda de conocimientos de ciencia, tecnología e innovación hacia la erradicación de la pobreza, la soberanía alimentaria, el fortalecimiento de la democracia, la ampliación de derechos ciudadanos, la educación inclusiva y de calidad, y la salud accesible y equitativa. También están destinados al desarrollo aeroespacial y de telecomunicaciones, la soberanía y el uso sostenible de los bienes del Mar Argentino, la promoción de la industria informática y de tecnologías de la información, la transición al desarrollo sostenible y el fomento y consolidación de un sendero a la transición energética.
Como resultado, además, surgieron las 24 Agendas Territoriales Integradoras de Ciencia, Tecnología e Innovación (ATI-CTI) que incorporan los lineamientos específicos que cada jurisdicción precisa para orientar su desarrollo científico y tecnológico. Se sumaron también una serie de Agendas Transversales orientadas a la promoción general del conocimiento, referido tanto a la aplicación de tecnologías a la I+D+i como a los aportes de ciencias humanas y sociales, y la incorporación de la perspectiva de género.