El gobierno de Alberto Fernández se mostró interesado en establecer una agenda en común con Brasil y China para profundizar las relaciones entre los tres países. El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, se manifestó en ese sentido luego de la visita oficial del presidente Lula da Silva al gigante asiático la semana pasada para reunirse con su par chino, Xi Jinping.
La cumbre elevó el nivel de la alianza entre chinos y brasileños tras el regreso de Lula a la presidencia el 1º de enero y tuvo como resultado la firma de 15 acuerdos entre gobiernos, 20 entre empresas de ambos países y un impulso a restar la dependencia del dólar estadounidense del comercio bilateral y a conformar un club de paz para detener la guerra en Ucrania. Desde el gobierno argentino buscan conformar un trinomio junto a ambos países. “Creo profundamente en la integración de Argentina y Brasil con respecto a China”, expresó De Mendiguren, sobre la necesidad de un diálogo conjunto entre los tres países para que el vínculo sea más fructífero.
China desplazó en 2009, durante el segundo mandato consecutivo de Lula, a EEUU como principal socio comercial de Brasil, y desde entonces la relación fue creciendo con el perfil exportador de materias primas, motivo por el cual Lula dijo buscar inversiones para crear innovaciones con valor agregado en suelo brasileño.
En diálogo con la CGTN, De Mendiguren enumeró las distintas oportunidades con las que cuentan: “Brasil y Argentina juntos producen casi el 30 por ciento de la proteína vegetal del mundo. Brasil es el segundo productor de mineral de hierro del mundo. Argentina hoy tiene el segundo yacimiento de shale gas del mundo, el cuarto de shale oil del mundo, tiene la región de las más importante del mundo de la producción de litio de fosfatos, y tenemos agua que es muy importante en esa estrategia”. Y cerró: “Creo que somos muy complementarios”.