El Índice de salarios de junio se incrementó 6,2% en la comparación mensual, mientras que en el acumulado del año avanzó un 84,3%. Con este guarismo, el nivel general de los salarios registrados por el Indec le ganó a la inflación, en el sexto mes del año, por 1,6 puntos porcentuales, y por casi cinco puntos porcentuales en el acumulado del año. Pero en la comparación interanual, siguen quedando muy por detrás de la variación general de precios
El crecimiento mensual de los salarios de 6,2% se explicó por una suba de 6,7% en el sector privado registrado, 3,9% en el sector público y 9,2% en el sector privado no registrado. En el acumulado del año, el Índice de salarios arrojó una suba de 84,3% respecto, explicado por un alza de 93,6% en el sector privado registrado, 73,3% en el sector público y 69,8% en el sector privado no registrado. De acuerdo a los valores informados por el organismo oficial, los salarios llevan la delantera en relación a la inflación por 4,5 puntos porcentuales.
En el caso específico de los trabajadores privados en relación de dependencia, los salarios superarían a la inflación acumulada por 13 puntos porcentuales.
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Pero en la comparación interanual, los salarios siguen quedando muy por detrás de la variación general de precios. Según el Indec, la variación interanual de la inflación había sido de 271%, mientras que los salarios se movieron un promedio de 216%. La suba interanual de los salarios fue como consecuencia de los incrementos de 249,3% en el sector privado registrado, 186,8% en el sector público y 159,3% en el sector privado no registrado.
Salario mínimo
De acuerdo al último informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA–CTA), el salario mínimo, vital y móvil sufrió una caída brutal en los meses transcurridos del gobierno de Javier Milei. “El salario mínimo de hoy, que asciende a $ 234.215 y que no se actualiza desde el mes de mayo, tiene un poder de compra 32,1% menor del que tenía en noviembre de 2023”, indicaron en su último trabajo.
“El retroceso histórico se evidencia también en la comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia. Este salario sólo sería suficiente en julio para comprar el 56,8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y un 25,6% de la canasta de pobreza, relaciones comparables a las vigentes en la crisis final de la convertibilidad en 2001/2002”, agregaron.