Los paladines de la eliminación de impuestos detentan algunos máximos en carga tributaria tanto en hogares como hacia el sector productivo. El gobierno de Cambiemos detenta un nivel récord de trabajadores que pagaban impuesto a las Ganancias, pero también registraron durante su administración máximos en la carga tributaria sobre los combustibles. De acuerdo con el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la carga tributaria sobre las naftas se redujo 46 por ciento desde el máximo de 2018.
Resultado de los distintos congelamientos que aplicó el Gobierno sobre uno de los impuestos de más participación en el valor bruto de los hidrocarburos, la carga tributaria se redujo del 74 por ciento sobre las ventas en 2018 a un 41 por ciento actual. La tendencia abarca tanto al área metropolitana bonaerense como al Interior del país.
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"Esta caída se explica completamente por la carga tributaria ejercida por la Nación, ya que, solo los dos impuestos fijos (ICL e IDC) presentaron variaciones de su carga tributaria en el periodo", señala el informe del IARAF. Esta tendencia continuará en los próximos meses debido al aumento de precios anunciados este miércoles a la salida de surtidor mientras el Gobierno volvió a prorrogar el congelamiento de impuestos para el sector.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anticipó el martes por la noche el decreto que establece el congelamiento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), un mecanismo por el cual el Estado no aumenta su participación en los impuestos para que la nafta no aumente más. "Escuchamos pedidos de aumentos, muy por encima de la realidad que un sector -de los grandes ganadores de la economía argentina- necesitaba a los efectos de seguir invirtiendo", agregó el ministro y candidato presidencial.
Este miércoles, además, las empresas --lideradas por YPF-- aplicaron un aumento en el precio final del orden del 10 por ciento, lo que amplía todavía sus márgenes operativos y reduce el peso de la deuda en el valor bruto.
En el consumo de combustible pueden pagarse hasta seis tributos distintos. La carga tributaria indirecta se caracteriza por recaer sobre el precio de un bien o servicio, penalizando, a través de su encarecimiento relativo, su consumo. Si bien los combustibles líquidos son un producto homogéneo en todas las regiones del país, sus precios varían. "Un ciudadano de CABA solo tributa a dos niveles de gobierno, mientras que un ciudadano del Interior debe tributar a tres niveles", señala el informe del IARAF.
Los tributos indirectos generales que se aplican a las naftas son:
A nivel Nacional
- Impuesto al Valor Agregado (IVA)
- Impuesto a los débitos y créditos bancarios (Cheque)
A nivel provincial
- Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB). En este caso sólo se consideró el eslabón final de la cadena productiva y de comercialización (venta minorista de combustible).
A nivel municipal
- Tasa de Inspección, Seguridad e Higiene (TISH)
Tributos indirectos específicos nacionales
- Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) e impuesto al Dióxido de Carbono (IDC)
Esos dos tributos nacionales están avalados por la ley 27.430 y se calculan aplicando un monto fijo en pesos por unidad de medida al consumo. La norma determina que los montos fijos se deben actualizar de forma trimestral según las variaciones del Índice de Precio al Consumidor (IPC), pero el gobierno ha postergado de forma reiterada esa actualización para contener os valores en surtidor. El decreto establece que los montos de estos impuestos se mantendrán fijos hasta el 1 de febrero de 2024.
Si bien la ley determina que los montos fijos de este impuesto se deben actualizar de forma trimestral según las variaciones del Índice de Precio al Consumidor (IPC), la actualización se ha postergado reiteradas veces, lo que impide vincular los impuestos con la suba en los precios de los combustibles.
En CABA, la carga tributaria sobre el valor neto de la nafta era del 78 por ciento en marzo de 2018. En agosto de 2023 bajó al 42 por ciento. Esto implica una caída del 46 por ciento. En el Interior del país la situación es similar. La carga tributaria sobre el valor neto de la nafta era del 69 por ciento en marzo de 2018 y en agosto de 2023 es del 40 por ciento. Esto equivale a una caída del 42 por ciento Nuevamente, la baja en la carga tributaria es explicada por la baja de la carga nacional.
"Lógicamente, cambios en la carga tributaria dieron lugar a cambios en la estructura tributaria indirecta del combustible. En el 2018 el tributo con mayor participación era el ICL con 63 por ciento, en la actualidad es de solo 36,3 por ciento", señala el relevamiento.
Analizando el peso de cada tributo sobre el valor final de la nafta, se observa que, para el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la carga tributaria era del 44 por ciento en marzo de 2018 y del 29,4 por ciento en agosto de 2023. Analizando el peso de cada tributo sobre el valor final de la nafta común en la ciudad de Córdoba, se observa que la carga tributaria era del 41 por ciento en marzo de 2018 y del 28,7 por ciento en agosto de 2023.