Girard: “Para bajar la presión impositiva en los sectores medios tenemos que combatir la evasión de los grandes”

El titular del ARBA reveló el nuevo rol del ente recaudador en la nueva etapa de la provincia de Buenos Aires. Entrevistado por El Destape destacó el rol del Estado en la recuperación postpandemia.

05 de septiembre, 2020 | 19.55

Como titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard entiende que se debe aminorar la carga impositiva sobre los sectores bajos y medios. Para ello, el Gobierno bonaerense se enfocará en combatir la evasión en los grupos concentrados y de mayores patrimonios. Para la nueva etapa de postpandemia anunciada por el gobernador, Axel Kicillof, el organismo tendrá un rol de acompañar a los contribuyentes más chicos y reforzar el cobro en los más pudientes.

Esta semana que pasó, Kicillof anunció un ambicioso plan con cuatro patas. Tendrá un programa de desarrollo productivo que contará con una inversión de $131.000 millones. En segundo lugar, un plan de infraestructura y obra pública que desembolsará $ 120.000 millones. Además, contará con un plan de asistencia crediticia con $ 36.000 millones. Por último, aportará $ 950 millones para el sostenimiento y la generación de empleo.

En una entrevista con El Destape, Girard explicó que ante algunos indicios de recuperación, estos pasos permitirán que la provincia pueda salir de la pandemia y recuperar una economía golpeada por cuatro años de Cambiemos. El economista coincide con el gobernador en que el Estado debe asumir un rol clave para reforzar esa tendencia en la jurisdicción que por sí sola produce el 40% de las manufactoras del país y es el principal productor de alimentos.

El gobernador, Axel Kicillof, anunció un plan de reactivación post pandemia para la Provincia, pero ¿por qué se definieron a lanzarlo ahora, en el pico de contagios de coronavirus en vez de sacarlo cuando se amesete la curva?

El planteo del gobernador es que la postpandemia tenemos que ir construyéndola. No podemos esperar a que un día digamos “bueno, no está más el virus, ahora tomamos las medidas”, sino que hay que ir construyendo un horizonte de certezas. Darle señales al sector privado de cómo creemos nosotros que va a ser ese nuevo mundo cuando quede atrás el coronavirus. Y ahí lo que tenemos que hacer en Buenos Aires es tomar el rol estratégico que está llamado a jugar el Estado, tanto provincial como nacional.

Es que además venimos arrastrando una crisis desde 2018 en Argentina después de los cuatro años de las gestiones de (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal, que nos generaron una crisis fiscal, de endeudamiento, de pérdidas de puestos de trabajo, de destrucción del tejido productivo. Esa conjugación de elementos se viene a potenciar con la irrupción del virus, que genera una serie de trastornos que afectan tanto a los pequeños como a los grandes.

Es necesario rescatar al sector privado porque en este contexto tan inédito e inesperado no están claro cuáles van a ser las reglas ni hacia dónde hay que apuntar mirando hacia adelante. Se conjugaron elementos que nunca estuvieron presentes que hacen que el sector privado no esté en condiciones de tomar las decisiones que hay que tomar para poder reactivar la economía y recuperar un nivel de producción que viene estancado desde la crisis de 2018. El Estado tiene que ayudar empujando y moviendo la rosca para que la economía vuelva a crecer y el sector privado acoplarse a esa visión de crecimiento económico con las inversiones que tenga que hacer, aportando a la producción.

Nosotros lo que queremos para disminuir la desigualdad, incluir, para cortar las brechas de ingresos entre ricos y pobres, mujeres y hombres, para combatir el trabajo infantil, y la mejor manera de abordarlo es haciendo hincapié primero en el crecimiento económico y productivo.

Si hubiera un economista ortodoxo en funciones haría todo lo contrario. De hecho, los que giran más por medios siguen reclamando que el Estado cobre menos impuestos y que abran la cuarentena…

Hay un contraste claro con las administraciones provinciales y locales que están siendo gobernadas por Juntos por el Cambio. En PBA está claro que nosotros priorizamos la actividad productiva por sobre el esparcimiento y el ocio. Y eso es muy antipático para determinados segmentos sociales, pero nosotros estamos convencidos de que es lo que teníamos que hacer. Está claro para nosotros priorizamos la producción, sobre todo cuando estamos en una crisis. Priorizar que las fábricas estén en producción y circule gente yendo a trabajar por sobre salir a correr o salir a tomar cerveza en un bar, que generan circulación de personas.

Levantar la bandera de una supuesta libertad individual y militar en favor de la apertura de ese tipo de actividades sin tener en cuenta que necesitás cierto nivel de movimiento para reactivar la producción es un posicionamiento político. Detrás de la bandera ideológica de la libertad hay un laissez faire económico, dejar hacer.

La provincia de Buenos Aires produce el 40% de los bienes industriales de Argentina y es el principal productor de alimentos. Desde el comienzo nuestra prioridad fue la actividad productiva y que no haya desabastecimiento, para que la gente pueda mantener su nivel de consumo desde sus hogares. Imaginate si hubiéramos tenido desabastecimiento viniendo de la inflación más alta desde el 91 y con la gente en sus casas en contexto de cuarentena hubiera sido fatal.

¿Y si el Estado cobra menos impuestos puede ser una solución?

Nosotros redujimos impuestos. Hicimos una bonificación del 50% hasta fin de año de ingresos brutos para PYMES que operan en los sectores más afectados. Porque cuando esto vuelva a reactivarse van a tener un faltante grande de capital de trabajo, se van a haber extinguido sus reservas financieras. Entonces volver a mover la rueda para una PYME, un comercio, sin capital de trabajo es muy difícil y un crédito bancario no puede resolverlo. Nuestro fin fue darles esos recursos para que puedan volver a relanzar el ciclo de crecimiento.

Es distinto eso a pensar que hay que bajar impuestos para que aparezcan las inversiones, sobre todo en los sectores más concentrados o entre los individuos de mayor patrimonio, mayor riqueza. Es la típica visión neoliberal.

Lo que mostró la evidencia empírica es que la inversión no crece cuando les bajás impuestos a ese sector. Lo que creció fue el entramado offshore, la fuga de capitales hacia guaridas fiscales, el desfinanciamiento de los estados y, junto con eso, el endeudamiento externo. Todo eso llevó a crisis de deuda y una serie de decisiones que atentaron contra las políticas de bienestar social y que, para colmo, se dieron en un contexto de medidas que destruyeron el tejido productivo y generaron pobreza en un nivel que nunca antes se había visto.

La batería de medidas será anticíclica. Ahora, ¿de dónde saldrán los recursos en un momento tan crítico cuando hablamos de una jurisdicción que recibieron de Vidal casi quebrada?

Fundamentalmente de lo que podamos generar con recursos propios, de las asignaciones de nación, que son fundamentales, y del financiamiento de organismos multilaterales a tasas subsidiadas.

El apoyo del Gobierno nacional es fundamental. Sin eso, el plan anunciado no podría ser una realidad. Los créditos con organismos multilaterales además fueron subejecutados por la gestión anterior, así que tenemos obras incompletas.

¿Qué tanto se resintieron las cuentas por la pandemia?

Tuvimos una caída muy fuerte de la recaudación en abril. En mayo se recuperó bastante aceleradamente: recortó a la mitad la caída. Junio y julio también volvió a recortar la baja. El gráfico da una recuperación en “V”.

En agosto siguió recuperándose pero empezó a ralentizarse un poco. En el mes cerramos la recaudación en casi $ 39.000 millones, apenas $ 3.000 o $ 4.000 millones debajo de lo que debería ser un agosto normal, sin pandemia.

Pero como se está amesetando esa recuperación, no está claro si estamos en un contexto de reactivación o no. Con más razón, en ese sentido, es importante que el Estado tome una intervención decidida para que esa tendencia se confirme y efectivamente tengamos una recuperación en “V” y no una “W” o un nuevo estancamiento en ese nivel.

Esta mejora tiene que ver con que la provincia diseñó un esquema de cinco fases, que permitió que en aquellos distritos no había circulación local del virus estuvieran habilitadas todas las actividades económicas, siempre respetando el distanciamiento social. Eso permitió que en la provincia de Buenos Aires para julio, el 90% de las actividades económicas estaban funcionando con normalidad, pero respetando los protocolos de seguridad.

Eso obviamente se ve en la recaudación porque el 75% de nuestra recaudación depende de ingresos brutos, que es un impuesto que se cobra sobre las ventas. Con lo cual, a mayor actividad económica, mayores ventas, mayor recaudación.

Lo que falta para estar en términos normales tiene que ver con que en el GBA no estamos en una situación normal, con lo cual tenemos cuellos de restricciones a la circulación y al desarrollo de ciertas actividades económicas y eso reciente la recaudación de ingresos brutos. Y también se debe a que fuimos corriendo los vencimientos de los impuestos patrimoniales porque mucha gente no lo podía pagar.

¿Cuál va a ser el rol de ARBA dentro de esta nueva etapa de recuperación?

Nuestra intención es que ARBA recupere su rol fiscalizador. No es la política tributaria la palanca para hacer política productiva. Lo que tiene que hacer ARBA es mejorar la recaudación a través d combatir la evasión. En esto vamos a estar de acuerdo todos, seamos del signo político que seamos, lo que pasa es que uno puede hacerlo en el comercio minorista, ir a ver el kiosco que se abrió en el garaje alguien que se quedó sin laburo o si entregan o no el ticket cuando vas al comercio. Eso también hay trabajar, sobre la cultura tributaria de la gente, y hay que bajar la carga impositiva en estos sectores.

Pero el combate a la evasión hay que hacerlo sobre los grandes jugadores. Y ahí es donde nosotros estamos decididos a avanzar. Estamos sacando un dispositivo de fuerte control en los puertos, vamos a lanzar dispositivos de fiscalización vinculados con actividades extractivas, que además generan pasivos ambientales, tienen una política de saqueo a los recursos naturales, en cierto punto.

Nosotros creemos que la provincia de Buenos Aires tiene que tomar una actitud decidida respecto de ese tipo de actividades, donde puede haber niveles de informalidad, lo que también puede suceder en el agro. En la producción primaria ocurre también que hay algún grado de evasión y le vamos a poner el ojo a eso. Vamos a mejorar la recaudación de la provincia a través de combatir la evasión a gran escala.

¿Y qué hay de los individuos que son grandes contribuyentes y que evaden quizás en subdeclaraciones de inmuebles, como valdíos en lugar de casas en barrios cerrados?

Ese es un trabajo que realiza permanentemente ARBA. Son fiscalizaciones catastrales que hacemos a través de imágenes satelitales. Comparamos imágenes de distintos momentos temporales y cuando detectamos que hay metros cuadrados no declarados enviamos una notificación al contribuyente. Si desconoce el resultado realizamos una fiscalización presencial y reclasificamos el impuesto y empezamos a cobrarle lo que no pagó hacia atrás y a partir de ahí lo que le corresponda hacia adelante.

No quiero estigmatizar la actividad, pero lo que sí creo es que hay que cobrar impuestos de manera justa. Si vivís en un barrio cerrado en una casa con un metraje alto, con pileta, amarradero, deberías pagar impuestos de acuerdo a la riqueza que tenés. No es lo mismo que vivir en un departamento de tres ambientes en el conurbano bonaerense.

Ese trabajo lo hacemos permanentemente, pero no es ahí donde vamos a ir exclusivamente a buscar los recursos. Tenemos la intención de reforzar de control del tránsito de mercancías en los puertos de la provincia y, sobre todo, ponerle el foco a las actividades extractivas. Ahí es donde estamos cargando las tintas.

En la recuperación, ARBA va a tratar de enfocarse en mejorar los recursos no cobrando más impuestos a los sectores medios, comercios, PYMES, sino ir a buscar los recursos donde nos están evadiendo en gran escala, sectores altamente concentrados vinculados con actividades extractivas. La presión impositiva es alta en los sectores medios y bajos y hay que bajarla, pero para eso hay que subir el pago de los impuestos en los sectores que tienen grandes patrimonios, los sectores concentrados.