El debate de que las grandes fortunas se hagan cargo de la mayor responsabilidad que le compete para financiar al Estado se hizo presente no sólo en Argentina, sino en el mundo durante la pandemia. Esto reflotó una consigna que la izquierda llevó como estandarte desde sus anales de la sociedad moderna atento a que unos pocos concentran la riqueza que produce la totalidad de la economía.
Con la pandemia, que tuvo el efecto de una guerra silenciosa, la desarticulación de las capacidades estatales tanto económicas como en materia de respuesta sanitaria, pusieron sobre la mesa el debate de cómo se iba a abordar la crisis y con qué recursos se iba a enfrentar. Los países centrales se sostienen como los que contaron con mayor capacidad para poner recursos económicos para sortear la crisis sanitaria y económica, pero sin embargo es insuficiente para garantizar una recuperación económica contundente. Por esta razón los países centrales vuelven a debatir cómo fortalecer el Estado y cómo captar recursos para reactivar la economía.
“La asimetría de poder entre Estados y corporaciones es cada vez mayor, lo que dificulta la capacidad de los gobiernos de dar respuestas a las necesidades de la población y reactivar la economía real”, analizaron desde OCIPEx. Se ven propuestas de muchos países a nivel global, pero explicaron a El Destape que “todavía son insuficientes, si no existe un cuestionamiento claro a la acumulación indefinida y especulativa, es muy difícil que haya cambios sustanciales fiscales o legales que comiencen a captar realmente las rentas extraordinarias que logran algunos pocos sectores concentrados de la economía a nivel global”.
Argentina saldó parte del debate por las grandes fortunas en diciembre de 2020 con un aporte por única vez para que abonen las personas que contaban al cierre del año previo con patrimonio declarado superior a los $ 200 millones. Esto liberó partidas del presupuesto para que puedan reforzarse las inversiones sociales en el peor año desde la crisis de 2001, que encima venía de un golpe económico por los cuatro años previos.
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El aporte solidario y extraordinario en Argentina
La AFIP recaudó $ 236.500 millones hasta el momento, lo que abarca unos $ 10.000 millones más que al momento del vencimiento, pudo precisar El Destape tras consultar fuentes oficiales. La diferencia resultó por la política de fiscalización y control.
Durante los primeros 4 días de noviembre ingresaron $ 800 millones. Los pagos fueron fruto de las tareas que lleva adelante el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont a través de la Dirección General Impositiva.
Además de esto, la AFIP inició a fines de octubre ejecuciones fiscales a 88 contribuyentes que no pagaron el aporte solidario y extraordinario. Las boletas de deuda suman más de $ 1.200 millones que el fisco reclama a los mega ricos en tribunales.
Existen 464 causas en marcha iniciadas por contribuyentes con patrimonios superiores a los $ 200 millones que rechazan cumplir con su obligación dictada por la ley 27605. De ese universo, tribunales en todo el país ya rechazaron unas 130 presentaciones. En tanto, se mantienen vigentes cautelares concedidas a 39 contribuyentes.
Que los ricos paguen impuestos
En plena crisis del COVID, el FMI recomendó la adopción de medidas fiscales de forma temprana que involucren el aumento de las alícuotas para los tramos más altos de impuesto a las ganancias y bienes personales. Seis meses más tarde reafirmó esta posición. En su informe del mes de octubre de 2020, titulado “Perspectivas de la economía mundial, octubre de 2020: un ascenso largo y difícil” sostuvo nuevamente que los gobiernos “deberían considerar aumentar impuestos sobre los individuos más ricos y menos afectados por la crisis”.
Para referirse a una crisis semejante, el mundo debe recordar lo que sucedió con la Gran Depresión de 1929. La pandemia provocó que distintos países apliquen y desarrollen medidas económicas expansivas para mitigar su impacto tanto en la esfera sanitaria como en la económica, social y laboral.
Al menos dieciséis países discutieron cómo afrontar estos mayores gastos, recopiló CEPA en un extenso informe que da cuenta de lo sucedido en cada caso. En el continente europeo el tratamiento público del gravamen tuvo lugar en países tan disímiles como España, Italia, Reino Unido, Suiza y Rusia con una propuesta a nivel bloque de la Unión Europea; en Estados Unidos el debate existió a escala federal a partir de las propuestas del presidente Joe Biden y, además, en los estados de Nueva Jersey, California, Nueva York, Illinois y Arizona; mientras que en América Latina la discusión se dio en siete naciones: Brasil, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador y Paraguay. También detectaron debates similares en Nueva Zelanda y la India.
En América del Sur, además de en Argentina que fue llevado adelante, las propuestas efectuadas en Bolivia y Chile también registraron avances. El primer cobro del gravamen por parte de las autoridades fiscalizadoras del gobierno de Luis Arce Catacora y la aprobación en el pleno de la Cámara de Diputados así lo demuestran, a pesar del estancamiento posterior en este último caso. “En efecto, en la región latinoamericana han sido Argentina y Bolivia los que han avanzado en estas medidas, consiguiendo su aprobación, en un contexto de gobiernos que se resisten a este tipo de tributación progresiva, como son los casos más salientes de Brasil y Uruguay”, contrastó el centro de estudios económicos en la publicación apoyada por la Friedrich Ebert Stiftung.
El modelo chileno muestra la particularidad de haber registrado un debate legislativo que ha permeado tanto a la oposición como al oficialismo con votos positivos en el mes de abril de 2021. En el caso de Uruguay, el 14 de abril se dispuso un aumento tributario a los salarios públicos y a las jubilaciones más elevadas, pero evitó el debate sobre el gravamen a la riqueza.
También en Estados Unidos se registraron avances, especialmente a partir de la victoria electoral de Joe Biden, quien presentó un plan de infraestructura financiado a través de un aumento del 7% de la tasa corporativa sobre las grandes empresas −del actual 21% al 28%− para revertir la reforma impositiva aplicada por el expresidente Donald Trump. A pesar de la baja difusión, CEPA destacó que el estado de Nueva Jersey avanzó con su proyecto de aumentar la alícuota a partir de las fortunas que superen el millón de dólares. Durante las elecciones presidenciales de noviembre en los estados de Arizona, Colorado y en la ciudad de San Francisco se aprobaron distintas enmiendas para gravar las riquezas locales a fin de obtener recursos a la hora de enfrentar las consecuencias de la pandemia.
Además, el gobierno estadounidense respaldó las negociaciones surgidas en el último tiempo en el interior del G7 y de la OCDE para imponer un impuesto mínimo global sobre las grandes empresas de tecnología. De esta manera, las discusiones internacionales, que también cuentan con el respaldo del G20, se revitalizaron luego del rechazo que había manifestado la Administración Trump.
Por su parte, recopiló el centro, en dos naciones europeas progresaron las iniciativas: España y Rusia. En Madrid el gobierno de Pedro Sánchez logró aumentar este impuesto a través del presupuesto nacional del año 2021 y en Moscú Vladímir Putin aprobó disposiciones federales que entraron en vigor en enero de 2021.
A la defensa de los ultra ricos
A la inversa, en un número mayor de países el asunto no ha prosperado. En América del Sur hubo propuestas de parte de la oposición que no lograron aprobarse en Ecuador, Perú y Brasil tanto en lo que corresponde al debate legislativo como en relación con el debate público, resaltó CEPA. Por su parte, el debate en Chile presenta características particulares porque si bien partió desde los sectores políticos opositores al gobierno de turno y no logró entrar en vigencia sí recibió avances legislativos, como fue su aprobación en la comisión en la Cámara de Diputados a la espera de su tratamiento legislativo.
En este continente, Paraguay se destacó como el único país que registró una derrota legislativa sobre el tema. Allí el Senado rechazó por 25 votos en contra y 18 a favor la propuesta hecha por el opositor Frente Guasú.
Por Europa se percibe un notorio estancamiento: ni en Italia, Suiza o Reino Unido las iniciativas prosperaron en sus respectivos Poderes Legislativos y tampoco han generado instancias profundas de reflexión en el debate público. La única excepción ha sido España.
Un poco de historia
“Luego de la posguerra los países centrales establecieron impuestos a la riqueza muy altos para refinanciar la reconstrucción económica y de infraestructura de sus países. Desde la década del 70 con la irrupción del neoliberalismo a nivel global, vienen decayendo o eliminándose sistemáticamente”, explicaron desde OCIPEx. Precisaron que entre 1990 y el 2015 el número de países que cobraban impuesto a la riqueza en la OCDE pasó de 12 a 4. En este sentido, el porcentaje de alícuota pasó del 65,7% en 1981 al 43,4% en 2016.
“Esto conlleva una caída en la representatividad de los impuestos a las riquezas en el total de la recaudación. Y se combina con la desregulación financiera que implicó, en los hechos, fuga de capitales hacia guaridas fiscales y una aceleración de la concentración de la riqueza a nivel global”, resaltaron desde el observatorio especializado en relaciones internacionales. La caída de los impuestos a la riqueza, la fuga de capitales y la proliferación de las guaridas fiscales están en el centro del aumento estrepitoso de las desigualdades en las últimas 4 décadas.
En línea con esto, CEPA concluyó que “los debates en torno a la progresividad tributaria requieren un consenso fuerte y decidido respecto del combate a las guaridas fiscales y a la evasión, mecanismos de distinta índole que afectan seriamente la posibilidad de construir bases imponibles sólidas y que, por ende, son un límite directo al avance de la progresividad”. “No hay forma de lograr que prospere una estructura tributaria más progresiva −menos aún los gravámenes a la riqueza− si el multilateralismo global no decide avanzar en el combate a la evasión de los ricos en todo el planeta”, cerró.