Mientras en la Argentina se agolpan las presentaciones judiciales de las personas más ricas para evitar pagar el aporte por única vez de grandes fortunas, en Estados Unidos la administración Biden busca duplicar la tasa impositiva sobre ganancias brutas de capital por encima de un millón de dólares al 39,6 por ciento. La nueva alícuota alcanzaría al alrededor del 0,32 por ciento de los contribuyentes estadounidenses que reportaron ingresos brutos ajustados de más de un millón de dólares en sus declaraciones al Servicio de Impuestos Internos estadounidense en 2018.
Según confirmó la agencia Bloomberg, el presidente Joe Biden busca finalizar con el tratamiento fiscal preferencial de los ingresos de las inversiones en Estados Unidos, que benéfica a las personas más ricas del país y utilizar esos fondos financiar un nuevo y amplio programa de gasto social. Es el mismo fin que tiene lo recaudado por el impuesto a las grandes fortunas que aprobó en Argentina.
La propuesta en campaña de Biden era dar fin a años de "subgravar" la inversión en relación con los sueldos y salarios. Según señala el medio económico especializado, la medida elevaría la tasa federal máxima sobre la apreciación de los activos vendidos por los ricos al 43,4 por ciento al incluir una sobretasa para ayudar a pagar el Obamacare. El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, publicó el viernes que la propuesta, en la que Biden 2hizo una amplia campaña, cambia la tasa impositiva para menos del 1 por ciento de los estadounidenses (de hecho, menos de la mitad del 1 por ciento de los estadounidenses)".
"El presidente apuesta a que la iniciativa será lo suficientemente popular como para lograr su aprobación en el Congreso", señala la información de Bloomberg. En la Argentina el acompañamiento, pese a que se trataba de un aporte por única vez para paliar los efectos de la pandemia, recogió el voto negativo de 112 diputados del interbloque Juntos por el Cambio, a los que se sumaron el Movimiento Popular Neuquino y el Partido por la Justicia Social.
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Por las dudas, los megaricos estadounidenses ya amenazan con utilizar cualquier mecanismo disponible para evitar pagar más impuesto; al igual que en Argentina. "No vamos a evadir impuestos, pero los vamos a evitar y diferir tanto como podamos", dijo Bill Schwartz, director gerente de la firma de servicios financieros Wealthspire Advisors, en una entrevista televisiva.
“Solo estamos comenzando a explorar. Danos un año o dos y encontraremos la manera de solucionar las cosas", señaló el ejecutivo.. “Recuerde, los funcionarios electos en ambos lados del pasillo tienen donantes adinerados a quienes probablemente no les gustará mucho esto", les comunicó a sus clientes John Norris, economista jefe de Oakworth Capital Bank, en una nota enviada el fin de semana, según consignó el sitio.
En Argentina se presentaron unas 200 personas con grandes fortunas declaradas habrían presentado demandas contra el pago del aporte, entre las que destacan miembros de la familia Caputo, dueños de Clarín y La Nación y decenas de empresarios y ejecutivos, además del futbolista Carlos Tevez. Frente a ello, la AFIP comenzó a fiscalizar las cuentas de quienes no pagaron el aporte solidario y extraordinario en tiempo y forma.
A través de la DGI, la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont inició una primera tanda de notificaciones a 50 individuos cuyos patrimonios superan ampliamente los 200 millones de pesos y no realizaron la declaración jurada. Durante la verificación se podría llegar a determinar la existencia de otros bienes o valores pertenecientes a la persona fiscalizada no declarados. En Estados Unidos, en caso de que los mega ricos realicen maniobras elusivas, se analizará la "base" patrimonial para incluir los activos no líquidos de estas personas.