El envío del proyecto de impuesto a la renta inesperada despertó críticas entre los grandes empresarios que conforman el "círculo rojo" por considerarlo como una forma de confiscación. Sin embargo, los datos que se desprenden de la estructura tributaria reflejan que la Argentina posee un régimen impositivo que beneficia a las grandes compañías en comparación a otros países del mundo.
De acuerdo a un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, según datos de la OCDE, los ingresos por Impuesto a las Ganancias de sociedades en Argentina representan el sólo 5,4% del PBI. Esto es menos de la mitad del peso que tiene este impuesto en promedio en los países de la OCDE, donde representa el 11,3% del PBI.
En economías latinoamericanas como Colombia, Chile o México, el peso de los recaudado por el Impuesto a las Ganancias es mayor que en Argentina, con un 6,2%, 6,3% y 7,6% del PBI respectivamente. Mayor es la diferencia en las naciones con más desarrollo: en Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania la recaudación por Impuesto a las Ganancias representa aproximadamente el 12% del PBI. Y en el extremo se encuentra Dinamarca, donde este impuesto representa el 29,9% del PBI.
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Algo similar ocurre con el peso del Impuesto a las Ganancias del Personas Físicas. Mientras que en Argentina se recauda por este concepto el equivalente al 2,3% del PBI, en los países de OCDE los ingresos por ganancias de personas físicas representan el 8,3% del PBI, según datos de 2020.
"Ahora bien, si observamos el mismo indicador para el año 2019, en un primer momento, no sólo notamos que la Argentina grava relativamente poco a la ganancia de las sociedades, en relación con los países de la OCDE. Desde la irrupción del Covid-19, el conjunto de los países miembro de la OCDE aumentó, en promedio 3,2 puntos porcentuales sobre el PBI sus ingresos por impuestos a las ganancias de las sociedades, mientras que en el caso argentino, este aumento sólo significó 0,3 puntos", resaltó el informe.
Claves del proyecto de renta inesperada
El proyecto plantea aplicar una sobrealícuota en el Impuesto a las Ganancias a aquellas empresas que hayan aumentado de manera importante su ganancia en el actual ejercicio económico. Este proyecto solo afecta a empresas, no a personas físicas.
La sobrealícuota planteada es del 15%, y se calcula sobre la diferencia entre la ganancia real del presente ejercicio económico respecto del ejercicio anterior (no sobre la ganancia total). Las empresas alcanzadas serán aquellas que en el ejercicio actual obtengan una ganancia superior a $ 1.000 millones y que cumplan una de las siguientes condiciones: que la ganancia del ejercicio sea superior al 10% de los ingresos; o que la ganancia del ejercicio actual sea un 20% mayor que la del ejercicio anterior, en términos reales. Se estima que alrededor de 350 empresas serán alcanzadas por el gravamen y que se recaudará alrededor de $200.000 millones.
Antecedentes en el mundo
Iniciativas muy similares se discuten en muchos países del mundo. Incluso, en el marco del G7, los países miembros (Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) empezaron a plantear como deben relacionarse los Estados con las empresas multinacionales, y sentaron la base para un nuevo sistema fiscal internacional, mediante la instauración de un impuesto mínimo global del 15% para las grandes corporaciones multinacionales.
Es una realidad que las grandes corporaciones logran eludir pago de impuestos aprovechando guaridas fiscales. Ante esta problemática, la OCDE definió renta no rutinaria cuando el margen de ganancia supera el 10%.
Más allá de esta situación general, la guerra también motivó la creación de gravámenes que capten parte de la renta obtenida por las empresas beneficiadas. El caso que más se destaca es el de Italia, donde el impuesto a la renta inesperada se aprobó este año y será aplicable a las empresas energéticas.
El Estado italiano espera recaudar 4.000 millones de euros, con este gravamen, el cual se aplicará a las empresas que hayan aumentado sus ganancias entre octubre del 2021 y marzo del 2022, al menos en 5 millones de euros. En este caso se aplicará una tasa del 10% extra, pero que se podría elevar a niveles de hasta 25%.
Otro de los casos es el del Reino Unido, dónde se buscará gravar la renta inesperada con una tasa del 25% a las compañías energéticas productoras de gas y petróleo. Allí, la recaudación esperada es de 6.300 millones de dólares que se destinarán a subsidiar la energía de 8 millones de hogares.