A dos semanas de la puesta en marcha del esquema de aprobación de permisos de importaciones, conocido como SIRA (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), el monto autorizado a las empresas para compras de insumos y maquinaria se contrajo un 95 por ciento. Del festival de importaciones, que llegó a demandar más de 7500 millones de dólares mensuales (unos 340 millones por día hábil), los mayores requisitos redujeron ese flujo a un tercio, mientras que empresas de distintos tamaños aportaron divisas propias por valor FOB de 125 millones de dólares en los últimos 15 días de octubre. Si se compara con los 2.971 millones de la primera quincena de septiembre, la reducción es de 95 por ciento.
Luego del ingreso extraordinario de divisas que permitió en septiembre la implementación de un dólar sojero, con más de 8.000 millones de dólares, la atención se centra ahora en evitar la sangría de divisas que se dio en los últimos meses a partir del adelantamiento de pedidos de importación, tanto por la vía legal como por mecanismos poco transparentes.
Desde principios del año hasta la implementación del nuevo esquema se registraron compras en el exterior por 57.531 millones de dólares, mientras que esos mismos importadores por la misma mercadería solicitaron permisos para acceder al mercado cambiario por 94.076 millones. Esto implica una 65 por ciento más de declaraciones juradas presentadas a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) que las compras realmente realizadas por las firmas en el exterior.
Otras irregularidades que comprobó la revisión fueron SIMI registradas por montos que exceden la medida anual de importaciones, con ejemplos de empresas que en un año normal importaban por 25 millones de dólares, pero que presentaron pedidos de autorizaciones por 128 millones. También fueron descubiertas SIMI que incluyen mercaderías ajenas al rubro o con posiciones arancelarias alteradas para sobrefacturar la importación futura mediante triangulación.
De acuerdo con el último balance cambiario del Banco Central, las operaciones por transferencias de bienes (sin contar energía) de septiembre reflejaron pagos de importaciones por 5943 millones de dólares, pese a que ya se habían “pisado” varias autorizaciones. Según datos oficiales, en las últimas dos semanas de octubre hay registrados 1029 importadores con 2372 autorizaciones en el SIRA por un monto FOB de 125 millones. Si se compara con el promedio de dos semanas de septiembre último, el retroceso supera el 95 por ciento. La inscripción comenzó el lunes 17 de octubre y el promedio de autorizado hasta el momento se ubicó en el 15 por ciento.
El 24 por ciento de las importaciones corresponden a grupos electrógenos y otras maquinarias registradas por empresas mineras y constructoras con obras de infraestructura que aportan bienes a sus filiales sin requerir el giro de fondos al exterior. Si se mide por tamaño de importadores, 596 pequeñas y medianas empresas (el 59 por ciento del total) concentraron el 37 por ciento de las operaciones por valor FOB. Por su parte, 422 grandes empresas (el 41 por ciento del total) concentraron el 63 por ciento restante.
La decisión de poner en funcionamiento este nuevo esquema responde a los resultados obtenidos a través de la revisión realizada del SIMI por parte del Ministerio de Economía y la AFIP, que en un trabajo conjunto de 60 días pudieron detectar la registración en forma reiterada de SIMI generando una duplicación de las mismas. A lo que se sumó otro festival de cautelares y “alquileres” de las mismas, que permitían sortear las restricciones vigentes sobre el acceso al mercado de cambios.
Al resto de las empresas se instó a utilizar dólares propios para importar, tal como establece la aplicación del SIRA. “Ante la necesidad de dólares genuinos que necesitan para importar muchas empresas y empresarios, esta es una buena medida hasta que se solucione el tema de las divisas del Banco Central”, señaló el titular de la Confederación General Empresaria (CGERA), Marcelo Fernández. Según el directivo empresario, la medida “ayuda a paliar la situación de las pymes, pese a la diferencia del tipo de cambio”.
Para la aprobación de los permisos a través del SIRA se tiene ahora en consideración un análisis de capacidad económica financiera del importador y el perfil de riesgo aduanero y fiscal. En este punto se tendrán en cuenta empresas que tiene facturas apócrifas, sobrefacturación de importaciones y las que hacen uso abusivo de las cautelares.
También existe una Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior, que permitirá al Estado tener una suerte de tablero de control para realizar un monitoreo en tiempo real del flujo financiero y físico del comercio exterior. Para las pymes y entidades civiles se establecieron facilidades, dándole previsibilidad a las empresas en la fecha de giro, que podría acortarse a 60 días de los 180 actuales. Además, habrá beneficios para las mipymes en la asignación de divisas para importar, las que recibirán 50.000 dólares de anticipo en forma automática.