La reducción de aranceles a productos importados, combinado con la eliminación de regulaciones no arancelarias, la primera etapa de reducción del impuesto PAIS en septiembre y, en forma determinante, el atraso cambiario, dispararon 59% las importaciones de bienes de consumo en la segunda mitad del año pasado.
La presencia de bienes de consumo finales en las góndolas pasó a ser una estrategia oficial, como medida para disciplinar tantos los precios internos como las discusiones salariales, por la amenaza que provocan sobre sectores enteros de la producción nacional. Los productos importados incluso se abarataron más en enero de este año, por la caída total del impuesto PAIS y la continuidad del atraso cambiario.
La balanza comercial, el saldo entre las exportaciones e importaciones del año pasado, arrojó un superávit de U$S 18.864 millones, uno de los más altos en 30 años. El sector energético fue clave para alcanzar el superávit comercial récord, aportando un superávit de U$S 5.667 millones, el mejor resultado desde 2006.
El impacto del gasoducto
“Sin el aporte del sector energético el saldo comercial no hubiese alcanzado una cifra récord”, sostuvo un informe de la consultora PxQ. Ese resultado energético fue básicamente la maduración de los proyectos de inversión en Vaca Muerta que se vienen desarrollando desde hace dos décadas y la terminación del gasoducto Néstor Kirchner, rebautizado por esta administración como único aporte al desarrollo energético como Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno.
El gasoducto se inauguró el 9 de julio de 2023 y transporta 11 millones de metros cúbicos de gas por día. El proyecto contempla la ampliación de su capacidad de transporte hasta 39 millones de metros cúbicos diarios, pero para ello se requiere la construcción de 5 plantas compresoras que el gobierno no realizó. El gasoducto permitió en esta primera etapa sustituir gas licuado importado por gas natural, lo que se reflejó en una caída de 49,5% en las importaciones del rubro combustibles y lubricantes.
Todo el beneficio del desarrollo del gasoducto, construido por el Estado en tiempo récord, se va ahora con el cambio de Gobierno y de modelo económico por la canilla de la importación de bienes que compiten con la industria nacional. “Con la reducción de aranceles a productos importados y eliminación de regulaciones no-arancelarias, entre mayo y diciembre de 2024 las importaciones de bienes de consumo aumentaron +59%”, estimó la consultora PxQ.
La evolución mensual de las importaciones fue reflejando primero la profunda recesión en la que entró la economía argentina con la asunción de Javier Milei, la devaluación de 54% que disparó el valor del dólar 118% y el ajuste fiscal que paralizó la inversión en obras públicas y provocó caída de ingreso de los trabajadores.
Pero a medida que corrieron los meses, el atraso del dólar más la política de bajar impuestos a las importaciones fue haciendo crecer las importaciones, en especial la de bienes finales. Mientras, la producción industrial cerró el peor año de su historia, con un retroceso de 10,7% en el conjunto de las ramas industriales hasta noviembre (último dato disponible del Indec).
Hasta junio inclusive, las importaciones de bienes de consumo registraron caídas interanuales, explicadas por el impacto de la devaluación y la recesión, pero desde julio la tendencia comenzó a revertirse y en octubre con las primeras rebajas de aranceles se confirmó el cambio de tendencia. En septiembre, con la rebaja de diez puntos del impuesto PAIS, las importaciones de consumo crecieron 156%, en octubre 18,4%, en noviembre 11,1% y en diciembre se dispararon 53%, como producto de suba de precios de 1,6% y 50,8 en las cantidades.
Las nueve ramas industriales acumulan caídas interanuales de distinta envergadura: Alimentos, perdió 1,6%; Textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, 11,5%; Madera, papel, edición e impresión, 13,3%; Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico, 7,4%; Minerales no metálicos y metálicas básicas, 21,5%; Productos de metal, maquinaria y equipo, 18,5%; Otros equipos, aparatos e instrumentos, 22,3%; Automotores y otros equipos de transporte, 11,9%, y Muebles y otras industrias manufactureras, 21,6%.
En cambio, en diciembre, ya con la primera tanda de reducción de impuestos PAIS y con la reducción de aranceles y la remoción de trabas paraarancelarias, subieron respecto de diciembre de 2023, Alimentos y bebidas básicos fundamentalmente para el hogar, 80,6%; Alimentos y bebidas elaborados fundamentalmente para el hogar 51,4%; Equipos de transporte no industriales 181,7%; Artículos de consumo duraderos no especificados en otra partida 128,3%; Artículos de consumo semiduraderos no especificados en otra partida 43,6%, Artículos de consumo no duraderos no especificados en otra partida 8,6%, y Medicamentos 44,1%.
En septiembre del año pasado, como parte de las medidas para favorecer las importaciones, la Secretaría de Industria y Comercio derogó los reglamentos técnicos de bicicletas, cámaras y cubiertas. En diciembre, el rubro que incluye este producto y que venía mostrando caídas interanuales, se disparó 181,7% y pasó de un promedio de US$ 35 millones a US$45 millones mensuales a cerrar el año con un valor importado por cerca de U$S 80 millones.