El Gobierno prorrogó hasta fin de 2024 la suspensión a las exportaciones de desechos de hierro y acero, y agregó los de plásticos, a través del decreto 70/2023 publicado hoy en el Boletín Oficial.
El mismo destacó que la industria siderúrgica argentina utiliza desperdicios y desechos de hierro y acero como insumo, junto con el mineral de hierro, para la elaboración de acero.
También indicó que con el fin de propiciar la economía circular es necesario el recuperado y reciclado de materiales plásticos que son el insumo principal de las empresas de la industria del reciclado plástico.
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Al respecto, señaló que por razones estructurales el país carece de un abastecimiento fluido de chatarra de hierro, acero y desechos plásticos, por lo que puntualizó que la industria siderúrgica y plástica ve afectado el aprovisionamiento de estos insumos para su desarrollo.
Asimismo, subrayó que la Argentina cuenta con una industria moderna en los sectores automotriz, bienes de capital, línea blanca y naval, los cuales requieren de insumos provenientes de la industria metalúrgica básica y de la industria plástica tales como el hierro, el acero, el aluminio, el cobre y los diferentes polímeros petroquímicos.
En ese sentido, precisó que la producción primaria del aluminio se encuentra estancada en iguales niveles en los últimos años, en tanto que la correspondiente al hierro y al acero y la cantidad de los desperdicios de dicha producción, que son utilizados como insumos, ha caído considerablemente a nivel nacional y, a su vez, es mínima la producción de cobre y sus desperdicios, pero muy alta su importación.
Por lo tanto, afirmó que la recuperación de metales constituye una meta deseable desde el punto de vista ambiental y, por otra parte, su comercio internacional se ha incrementado significativamente en los últimos años.
En 2009 se suspendió por 180 días la exportación para consumo de desperdicios y desechos de metales ferrosos, y esa suspensión se prorrogó sucesivamente por decreto hasta el año pasado.
En esta oportunidad, el decreto destacó que resulta pertinente restablecer la suspensión y, en virtud del análisis de mercado realizado en el sector plástico, es menester, en esta oportunidad, incluir a los desechos plásticos, por la importancia de la actividad desarrollada por las empresas de reciclado.
Ello permite salir del modelo de economía lineal, donde los plásticos siguen la ruta de extraer, fabricar, usar y desechar, pasando a un modelo de economía circular donde se reincorporan al proceso productivo a través del reciclado mecánico, remarcó.
Además, subrayó que los desechos plásticos también se pueden convertir en energía mediante el proceso de recuperación energética o a través del reciclado químico.
Durante el 2021 se reciclaron 307.000 toneladas de plástico, de las cuales 95,3% se recuperó a través del reciclado mecánico, y el restante a través de la recuperación energética.
Pero aun cuando el reciclado creció 11% respecto de 2020, persiste la escasa capacidad de reciclaje del plástico, lo cual hace que el sector opere al 60% de la capacidad instalada.
Con información de Télam