Rusia ocupó el cuarto puesto como uno de los mayores abastecedores de carbón de Estados Unidos durante los primeros tres trimestres de 2021. Los cálculos fueron realizados por la agencia de noticias rusa Sputnik en base a las estadísticas publicadas por la Administración de Información de Energía estadounidense (EIA, por sus siglas en inglés) y luego que Washington impusiera un embargo contra la importación de energía rusa, incluido el carbón, por la invasión en Ucrania.
El principal proveedor de carbón de EEUU el año pasado fue Colombia, seguido por Canadá e Indonesia. Rusia, en cuarto lugar, le exportó un total de 279.156 toneladas cortas (lo que equivale a 253.246 toneladas métricas) durante los primeros nueve meses de 2021, de acuerdo con los datos de la EIA. De este modo contó con una participación del 7,5 por ciento del total de las importaciones estadounidenses.
En 2020, Rusia también fue el cuarto mayor proveedor de carbón de EEUU, abasteciéndolo con unas 252.700 toneladas cortas de ese combustible, y tuvo una participación del 5,5 por ciento del total. Washington importó ese año cerca de 5,1 millones de toneladas cortas de carbón de 20 países, mientras que durante los primeros tres trimestres de 2021 el volumen total de importaciones supuso 3,7 millones de toneladas estadounidenses.
Al mismo tiempo, según los datos preliminares, la exportación de carbón de Rusia ascendió el año pasado a 227 millones de toneladas métricas, indicó en enero pasado el director del Departamento de Cooperación Económica Exterior y Desarrollo de Mercados de Combustibles del Ministerio de Energía, Serguei Mochalnikov.
En 2021, Rusia exportó un total de 129 millones de toneladas de carbón, de las que 52 millones fueron para China, otros 50 millones para Europa y 6,6 millones a la India. Según las estimaciones del Ministerio de Energía ruso, la producción de carbón en el país durante el año pasado aumentó el 9 por ciento y alcanzó los 439 millones de toneladas.
El dato sobre la exportación de carbón ruso a Estados Unidos se volvió especialmente revelante ahora con la lluvia de sanciones económicas y financieras que Washington le impuso a Moscú en los últimos días en rechazo a la invasión y la guerra en Ucrania.
En el marco de esa ofensiva no militar, el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó el martes pasado un decreto que impuso sanciones al sector energético de Rusia. El decreto prohíbe la importación a EEUU de petróleo crudo ruso y determinados productos petrolíferos, gas natural licuado y carbón. Además, prohíbe las nuevas inversiones estadounidenses en el sector energético de Rusia y la financiación o habilitación de empresas extranjeras que estén realizando inversiones para producir energía en el país euroasiático.