La falta de humedad y las bajas temperaturas condicionaron en los últimos días el avance de siembra de girasol, que registró un progreso intersemanal de sólo un punto porcentual, según un informe de la Bolsa de Cereales.
A la fecha, consignó la entidad en su Panorama Agrícola Semanal, las labores de implantación cubren 20,9% de las dos millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2022/23.
Luego de analizar los daños provocados por las heladas de las últimas semanas, se relevó 22% del área en pie con condición de cultivo Mala/Regular, con quemado de ápices, daños del tejido foliar y fallas en la emergencia en lotes que hubo que resembrar.
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Tras una nueva semana sin lluvias, las heladas registradas generaron considerables daños en tejidos, demoras en el crecimiento inicial y algunas resiembras por problemas de emergencia.
No obstante, algunos eventos de lluvias pronosticados para los próximos 15 días podrían mejorar el escenario para las labores a campo.
Por otra parte, el esperado incremento de las temperaturas, pese a reducir el riesgo de nuevas heladas, incrementará la necesidad de nuevas precipitaciones.
En el caso del trigo, indicó el trabajo de la Bolsa de Cereales, a la escasez de lluvias y las heladas alternadas con temperaturas altas, se sumó la aparición de focos de plagas y enfermedades.
En consecuencia, 34,3% del área en pie presenta condición de cultivo Regular/Mala y 46,2% de las 6,1 millones de hectáreas implantadas mantiene una condición hídrica Regular/Seca.
De no concretarse las lluvias pronosticadas para los próximos días, y con las temperaturas en aumento, el actual escenario podría agravarse, incrementando las pérdidas de área y las mermas en los potenciales de rendimiento.
También en el caso del trigo, a los daños provocados por heladas, se sumaron los focos de plagas típicas de climas secos desmejorando la condición del cultivo.
Adicionalmente, la falta de humedad ha dificultado las labores de fertilización y controles químicos.
Productores reportan plantas espigando con pobre crecimiento, amarillamiento de tejidos, pérdida de área foliar y aborto de macollos; y esperan que las lluvias pronosticadas para los próximos 15 días amortigüen los daños registrados.
Sobre el norte del área agrícola, la falta de precipitaciones genera pérdidas en el área cosechable, escenario que se repite en las regiones más afectadas de las provincias de Córdoba, Santa Fe y el norte de Buenos Aires, donde productores han comenzado a resignar área cosechable.
A la fecha, 51,4% del área implantada sobre las regiones mencionadas informa una condición de cultivo Regular/Mala, y depende de lluvias en el corto plazo para evitar mermas adicionales sobre los rendimientos esperados.
Por su parte, en el sur del área agrícola, 73,3% del área en pie mantiene una condición hídrica Adecuada/Óptima siendo los cuadros sobre las zonas costeras los más beneficiados por las lluvias registradas a lo largo de agosto.
En general, en estas regiones el cereal pudo ser fertilizado y, a pesar de presentar daños por heladas y bajas temperaturas, se espera que el mismo se recupere manteniendo un elevado potencial de rendimiento.
Con información de Télam