La relación de producción entre cereales y oleaginosas fue variando en los últimos años, al pasar de 46,1 millones de toneladas de cereales y 43,6 millones de oleaginosas en la campaña 2011/12 a 87,6 millones y 49,4 millones respectivamente en el ciclo 2020/21, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
El área sembrada con cereales superó a la implantada con oleaginosas en la campaña 20/21: los primeros ocuparon 21 millones de hectáreas y las segundas, 18,4 millones, con lo que si se agregan 13,3 millones de otros cultivos, se llega a una superficie total sembrada de 40,6 millones en el país; cuando en la campaña 2011/12 fue de 35,6millones.
En detalle, el área implantada con soja en la campaña 2020/21 fue de 16,6 millones de hectáreas; la de girasol, de 1,6 millones; la de maíz total, 9,7 millones; la de trigo, 6,7 millones; la de avena, 1,4 millones; la de cebada 1,2 millones; la de sorgo granífero, 980 miles, y la de centeno, 668.000.
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El área sembrada y la producción de soja mostraron un incremento sostenido en la Argentina hasta 2014, cuando se llegó a un pico de 61,4 millones de toneladas, pero luego esa tendencia se revirtió y la cosecha fue cayendo hasta 46 millones en 2020/21.
La caída fue particularmente visible en los cultivos de primera, por su menor margen bruto comparado con el maíz.
El rendimiento promedio a lo largo de los años fluctúa de 25 a 30 quintales por hectárea (qq/ha), por lo que la principal causa de la reducción de la cosecha es una disminución del área sembrada.
En cambio, la evolución de la soja de segunda fue positiva en los últimos años por el incremento de área sembrada con trigo y cebada: De los 46millones de toneladas de producción de soja 2021/22, unos 12 millones corresponderían a cultivos de segunda.
Gran parte del área abandonada por la soja la ocupó el maíz por su mayor rentabilidad comparada y para diversificar la rotación de los cultivos: desde la campaña 2015/16 (33,8 millones de toneladas) subió ininterrumpidamente hasta 60,5 millones en 2020/21, explicaron a Télam desde la consultora AZ Group.
Agregaron que "el aumento de producción estuvo muy asociado al incremento de área sembrada, que pasó de 6,9 millones de hectáreas en 2015/16 a 9,7 millones en 2021/22".
En cuanto al ciclo 2022/23, la soja muestra "un nuevo recorte en la producción, que se ubica en los 20 millones de toneladas, 59% menos de lo que se esperaba al inicio de la campaña", según últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El rendimiento nacional se estima en 16,3 qq/ha, casi 14 quintales por debajo del promedio de los últimos cinco años, producto de la falta de lluvias.
Por el lado del trigo, el 80% de la siembra ya está completa, con lo cual el área cubierta por este cultivo alcanzará los 5,4 millones de hectáreas: se proyecta una producción de 15,6 millones sobre una superficie estimada de 5,4 millones de hectáreas, según la BCR.
En tanto, la cosecha de maíz avanza lentamente (resta levantar 40% del área total) debido a las altas condiciones de humedad que dificultan el adecuado secado del grano.
No obstante, la BCR afirma que se mantienen las estimaciones de una cosecha de 32 millones de toneladas, 40% menos respecto de las expectativas iniciales.
Con información de Télam