En medio de la escasez de gas que se registró en las estaciones de servicio en los últimos días y en la previa de una ola de frío polar, el interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Carlos Casares, envió una nota a las principales transportistas y distribuidoras de gas del país para que identifiquen y cuantifiquen los contratos de gas interrumpibles que puedan ser susceptibles de cortes durante los próximos días debido al aumento que se espera en la demanda. La medida afectará a las estaciones de GNC, industrias y grandes comercios. El objetivo es asegurar la demanda residencial que tiene carácter de ininterrumpible. Mientras el Gobierno espera se concrete la importación de 12 cargamentos de gas natural licuado.
Los contratos interrumpibles son a sectores privados que pagan un poco más barato. Las tres categorías son ininterrumpibles (clientes caracterizados de esta forma, dado que no se prevé interrupción en el servicio, salvo en casos de una emergencia o Fuerza Mayor, o por razones establecidas en el Reglamento), firmes (clientes en los que se detenta la calidad de ininterrumpible, por la porción del contrato celebrado en tales condiciones. No rige este derecho por la demanda excedente sobre la capacidad firme) e interrumpibles (clientes en los que se prevé y permiten contractualmente interrupciones mediante el correspondiente aviso).
En los últimos días se registró, frente al crecimiento de la demanda, un menor suministro de GNC para los automóviles, lo que podría agravarse a partir del fin de semana, si las temperaturas pronosticadas están por debajo de lo habitual para esta época del año. En ese caso el Gobierno enfrentaría un cuello de botella ya que las plantas comprensoras para ampliar la capacidad del Gasoducto Néstor Kirchner no están terminadas y la importación prevista se quedó corta frente a la mayor demanda.
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La semana pasada las distribuidoras ya tuvieron que cortarle el suministro “interrumpible” a más de 100 estaciones de servicio que comercializan Gas Natural Comprimido (GNC) para vehículos, por lo que se suspendió la venta a los usuarios en un centenar de ciudades, entre ellas el AMBA, La Plata, Mar del Plata, Santiago del Estero y Tucumán. Por su parte, Cammesa lanzó una licitación para la compra de 12 cargamentos de fueloil y gasoil para hacer frente al aumento del consumo, lo que demandará unos 500 millones de dólares más de lo previsto en materia de importación de energía.
La misiva, con fecha del 22 de mayo, firmada Carlos Alberto Casares, interventor del Enargas, y tiene en copia al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo. Está dirigida a las principales transportistas y distribuidoras de gas del país: TGN, TGS, Metrogas, Litoral Gas, Naturgy, Gas Nea, Gasnor, Camuzzi Gas Pampeana, Camuzzi Gas del Sur, Distribuidora de Gas del Centro, Distribuidora de Gas Cuyana y Redengas.
Lo cierto es que el Gasoducto Néstor Kirchner aún no está a funcionando a full: aporta 11 millones de m3, pero debería estar en los 24 millones diarios. En medio de eso, Cammesa salió a comprar barcos de combustibles líquidos por unos 400 millones de dólares a último momento y antes de lo esperado. En conclusión, hasta que lleguen los barcos, hay que mantener los cortes. “Corresponderá a todas las licenciatarias de transporte y distribución involucradas adoptar de inmediato, todas las medidas necesarias para asegurar condiciones de operabilidad del sistema y un servicio regular y continuo a los consumidores (art. 31, Ley N° 24.076), lo que incluye el debido aprovisionamiento de gas para respaldar la demanda ininterrumpible”, pidió Casares.