Rubinstein consideró "realista" una inflación del 60% para el 2023

El viceministro de Economía defendió la meta inflacionaria prevista en el presupuesto 2023, presentado ayer por el titular de la cartera de hacienda, Sergio Massa, en el Congreso. En ese marco, planteó la necesidad de "bajar la brecha cambiaria" para poder superar "cierto desorden" en la economía y lograr "una razonable caída de márgenes empresariales".

29 de septiembre, 2022 | 15.38

El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, consideró este jueves que la meta de inflación del 60% prevista en el Presupuesto 2023 es "realista", y planteó la necesidad de "bajar la brecha cambiaria" para poder superar "cierto desorden" en la economía y lograr "una razonable caída de márgenes empresariales". "Ayer, junto a (el ministro de Economía) Sergio Massa y equipo presentamos el Presupuesto en el Congreso. Expliqué luego, las razones por las que el 60% de inflación para 2023 serían realistas", señaló el viceministro a través de su cuenta de Twitter

En ese marco, Rubinstein destacó que "el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una inflación del 40% (3% mensual)", aunque aclaró que el "exceso de demanda agregada que provoca el déficit fiscal seguirá impulsando una alta inflación". Luego, planteó: "Actuando sobre la inercia, y sobre márgenes, podremos bajar el IPC (Índice de Precios al Consumidor) del 90% al 60%, lo que es sólo un primer paso"

De esta manera, garantizó que desde el Gobierno nacional actuarán "para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó suba de márgenes brutos empresariales exageradamente, y sobre los factores de inercia".

Al respecto, remarcó que "atacando la inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica (impulso monetario de origen fiscal)", para luego agregar que si el Congreso "mejorase el Presupuesto, eliminando el déficit fiscal primario, nos brindaría una gran herramienta para que podamos volver a obtener una inflación normal, del orden del 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen".

Por otra parte, Rubinstein volvió a la cuestión del tipo de cambio, afirmando que hasta que no se logre "la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales". Sin embargo, descartó la unificación del mercado de cambios, que a su juicio "luce demasiado riesgoso sin un robusto superávit fiscal primario y casi sin reservas".

"Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro del 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB, por ende superávit externo, dólar único e inflación del 5% anual, sin controles de precios, con US$ 40.000 millones de reservas netas", expresó el funcionario que responde a Massa.

Finalmente, aseguró, además, que la "culpa del desorden cambiario no la tienen las empresas, aunque haya abusos normativos y corrupción". Sin embargo, el viceministro aclaró:  "Es nuestra responsabilidad (gobierno) que todo esto mejore y en eso estamos".

Massa, junto a su equipo económico, presentó el miercoles en el Congreso de la Nación los lineamientos centrales del Proyecto de Presupuesto 2023, que incluye una suba del 2% del Producto Bruto Interno (PBI), un déficit del 1,9% y una inflación promedio del 60%.

Horas después, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó una serie de twitts en los que alertó sobre "una inflación por oferta y no por demanda" por parte de las empresas alimenticias, por lo que pidió al Ministerio de Economía "una política de intervención más precisa y efectiva para el sector" y "diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia".

Si bien esto se interpretó como la primera crítica de la ex mandataria a Massa, según afirmaron a El Destape desde las inmediaciones de ambos, la Vicepresidenta como el Ministro hablaron antes y después de los twitts en buenos términos.

Con información de Télam