El Gobierno francés recortó hoy sus previsiones de crecimiento para este año de 4% a 2,5%, como consecuencia del impacto económico de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El pronóstico oficial implica una reducción de un punto y medio respecto de lo que se estimaba a principios de este año, y es cercana a lo que previó el Fondo Monetario Internacional en su último reporte de abril (2,9%).
Las subas en los costos de la energía y los alimentos, producto del conflicto bélico, erosionó el poder de compra y el consumo en la segunda economía europea liderada por Emmanuel Macron.
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Del mismo modo, los rebrotes de Coronavirus en el país también representan un factor negativo, según justificaron los funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas conducido por Bruno Le Maire y difundió la agencia Bloomberg.
Ayer, Francia informó 135.190 casos de Covid, lo que implica una suba de 55% de contagios en solo una semana.
Macron, que perdió recientemente la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas, prometió que subirá las jubilaciones, dispondrá límites a las facturas eléctricas y brindará bonos de alimentos a los hogares de menores recursos a través de una modificación en el presupuesto, el cual utilizará para su calculo la nueva estimación.
El presupuesto deberá ser negociado en la Asamblea Nacional, y algunos grupos parlamentarios propusieron también nuevos recortes en los impuestos a los combustibles para reducir su costo.
No obstante, Le Maire descartó dicha posibilidad al encontrarse las finanzas públicas en una situación de alerta a partir de las próximas subas en las tasas de interés anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE), y una deuda que alcanzó el 114,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en el primer trimestre.
Es imperativo reducir la deuda publica porque compromete nuestra independencia y nuestra soberanía, dijo el funcionario en una entrevista televisiva el pasado lunes.
Del mismo modo, los nuevos cálculos oficiales estiman una inflación acumulada para este año de 5%.
Si bien la inflación alcanzó en mayo pasado un récord de 5,8% -inédito desde que el país empezó a usar la metodología de la Unión Europea para calcularla en los años noventa- , la cifra sigue siendo más baja que el promedio de la Eurozona de 8,1% para ese mismo mes, siendo uno de los motivos la menor exposición a los shocks en el valor del gas.
Tras crecer 7% durante 2021 en el mayor ritmo de expansión desde 1969, la economía del país galo se contrajo 0,2% en el primer trimestre del año, con el consumo -uno de los principales componentes del PBI- mermando 1,5%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (Insee).
Con información de Télam