La aprobación de la Ley Bases ya quedó asimilada por el mercado que ahora va por más: quiere que el Gobierno alcance rápido un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y demuestre que puede hacer sostenible el ajuste fiscal que llevó adelante en la primera mitad del año y puede acumular reservas internacionales genuinas y no a través del endeudamiento del Banco Central.
Tras seis meses de gestión, dos de los tres pilares de la transición económica (acumulación de reservas y licuación) empiezan a mostrar síntomas de agotamiento.
Desde finales de mayo el BCRA dejó de comprar dólares en el mercado de cambios oficial, incluso en junio debió vender para compensar las necesidades del mercado, y se estancó la recomposición de reservas.
En el plano fiscal, la recomposición de jubilaciones por la indexación de la fórmula de actualización y la postergación de ajuste de tarifas le ponen presión al superávit, una de las banderas de la gestión de Milei.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y su socio en la actividad privada, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, anunciaron el viernes una jugada riesgosa. El BCRA dejará de tomar pases remunerados y forzarán a los bancos a comprar deuda del Tesoro. La medida tuvo una reacción positiva del FMI pero habrá que esperar si el mercado responde igual o castiga a los bancos por la sobreexposición a la deuda del Tesoro.
En el contexto de agotamiento de la primera etapa del plan económico, la aprobación de la Ley Bases y del capítulo fiscal y la vigencia del DNU desregulación (rechazado por el Senado pero nunca tratado en Diputados) dejan ahora al Gobierno sin argumentos para adjudicar a la oposición el fracaso de gestión.
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Y por delante, el mercado espera un rápido acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que despeje tanto la necesidad de financiamiento como establecer una agenda con los pasos hacia la apertura del cepo y la competencia de monedas.
Sin embargo, Milei y el FMI sostienen un debate a cielo abierto respecto de eso que llaman la “competencia de monedas” y la inminencia de un nuevo acuerdo parece haberse enfriado luego de que el Fondo diera a conocer sus condiciones en la octava revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas.
El anuncio del viernes le permitirá al BCRA cumplir con uno de los reclamos del FMI, subir la tasa de política económica por encima de la inflación sin tener costo cuasifiscal. El problema será que no se trasladará a los ahorristas a través de los plazos fijos, manteniendo la tentación de dolarizarse para no perder valor real.
“La aprobación del Congreso al proyecto más importante del Gobierno brinda fortaleza política a un oficialismo que, hasta ahora, lucía débil en esta materia”, evaluó el banco de inversión CMF y reconoce que “si bien los reveses sufridos en los primeros meses de gobierno servían de excusa para justificar cualquier fracaso macroeconómico que pudiese surgir, el oficialismo necesitaba de este apoyo parlamentario para poder dar inicio a una nueva etapa”.
“A partir de ahora, están dadas las condiciones para encarar un proyecto superador” sostiene y advierte que “el comienzo de una nueva fase alcista (en los mercados) parece estar más vinculado con la dinámica de reservas y un nuevo acuerdo con el FMI”.
El presidente Javier Milei aseguró que "ya pasó la etapa del déficit cero", a la vez que resaltó que "se viene el cambio de régimen monetario" y su vocero aclaró que “El nuevo régimen monetario va a ser el de la liberación total de la moneda, donde cada uno podrá elegir en cuál transaccionar y eso irá acompañado con una reforma del sistema financiero”.
Ese cambio monetario está en debate con el Fondo, que en su Staff Report planteó una competencia de monedas similar a los modelos de Uruguay y Perú mientras el Gobierno piensa más en una dolarización, eliminando el rol del BCRA como prestamista de última instancia y acumulador de reservas internacionales.
El Presidente sostiene que se adoptará un esquema sin precedentes, con cantidad de pesos absolutamente fija (y tipifica la emisión como delito de lesa humanidad ), se creará un sistema anticorridas privado para cerrar el BCRA y todo terminará en una dolarización endógena.
El FMI planteó un esquema similar al de otros países con emisión y esterilización monetaria para recomponer reservas, con un BCRA que ejerce funciones de prestamista de última instancia y el peso como única moneda de curso legal.
El Gobierno podría prescindir del FMI en esta nueva etapa, ya que con el pago de julio (están los fondos para hacerlo) culmina el préstamo a Mauricio Macri y los pagos del acuerdo de Alberto Fernández empiezan recién en septiembre de 2026.
“El Fondo ejerce sus condicionalidades cada vez que tiene que aprobar un desembolso y sin vencimientos ni desembolsos por los próximos dos años, el gobierno podría reducir la influencia del FMI en la agenda”, afirma el director de CP Consultora, Pablo Moldovan.
“Sin embargo, con el mercado de crédito voluntario cerrado, el fin de la temporada alta de liquidación del agro cerca y con vencimientos de deuda crecientes, la esperanza es que el FMI fuera el socio financista”, añade Moldovan.
El FMI salió a festejar la aprobación de la ley, pero en un tono más moderado del esperado. Lo hizo la vocera del organismo, Julie Kozack, a través de la red social “X” y cumpliendo con el protocolo.
“Damos la bienvenida a la aprobación por parte del Congreso de legislación fiscal y estructural clave, así como de medidas para fortalecer el marco de política monetaria. Su objetivo es mejorar la calidad de la consolidación fiscal, reducir aún más la inflación y apoyar la recuperación económica”, dijo.
“Seguimos colaborando constructivamente con el equipo económico en políticas para crear una Argentina más próspera y estable”, concluyó.
Las relaciones de Milei con el FMI están en un punto crítico desde la difusión del Staff Report que acompañó la aprobación de la octava revisión del acuerdo y que incluyó el pedido de devaluación, el fin del dólar blend y los límites a la competencia de moneda.
El FMI plantea cinco requisitos sobre el esquema macro actual: eliminar el blend; terminar con la apreciación; tasas de int positivas; asegurar la sostenibilidad de la deuda en dólares y garantizar apoyo político.
Milei, en un discurso desde Praga, atribuyó al director del departamento Hemisferio Occidental del FMI, el chileno Rodrigo Valdéz, el nivel de los pasivos acumulados en el Banco Central. "Estamos hablando de cuatro puntos del PBI. Y no solo es responsabilidad del gobierno anterior sino de un técnico del FMI que hizo la vista gorda con esto, alguno con vínculos con el foro de San Pablo", dijo.
El mercado no lo ve así y quiere al FMI controlando a Milei.