El candidato a presidente y ministro de Economía, Sergio Massa, viajará a Estados Unidos para firmar el acuerdo con el FMI y liberar aproximadamente US$ 7.500 millones por el primer desembolso, según informaron fuentes del Ministerio de Economía a El Destape. Se espera que se giren otros 2.750 millones durante la primera semana de noviembre, antes de un eventual balotaje.
El directorio del organismo tratará el miércoles 23 de agosto el caso argentino para aprobar los desembolsos. La Directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional, Julie Kozack, recordó -luego del reinicio de las actividades en el organismo tras el receso de verano estadounidense- que el 28 de julio de pasado "las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la quinta y sexta revisiones en el marco del acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina" y que esa cuestión será analizada por el directorio la semana próxima.
El FMI presiona
"El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna el 23 de agosto para aprobar los desembolsos acordados", completó la vocera del Fondo. A fines de julio, el gobierno nacional y el FMI alcanzaron, luego de más de tres meses de negociaciones, un acuerdo técnico para reformular el programa vigente, a través del cual se estableció que Argentina recibirá un desembolso de US$ 7.500 millones ni bien el directorio ratifique el entendimiento técnico.
El nuevo acuerdo incorporó el impacto de la sequía, y en particular hubo una importante relajación de las metas de reservas, ya que los requerimientos pasaron desde los US$ 8.000 millones de acumulación neta a US$ 1.000 millones para todo 2023. En esta oportunidad, el Fondo precisó que luego que el directorio del organismo apruebe y considere formalmente finalizadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de 7.500 millones de dólares.
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Al tiempo que se espera que la próxima revisión -la séptima del programa- tenga lugar en noviembre. En las conversaciones con el Fondo, el gobierno argentino logró reformular aslgunas de las metas del programa, en particular la que referida a la meta de reservas y adelantar parcialmente el cronograma de desembolsos por unos meses, a pesar de que no se cumplieron con los objetivos originales.
Al justificar el acuerdo, el FMI señaló que "desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor al previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales". En este contexto, la evaluación arrojó que "los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como a los deslices y retrasos en las políticas".
Para el FMI, el fortalecimiento y la armonización del régimen cambiario son fundamentales para mejorar de manera duradera la cobertura de reservas y la estabilidad externa, y se han tomado medidas para alentar la liquidación de exportaciones y contener las importaciones en el corto plazo, a la vez que se aseguró que seguirá con la política de tasas positivas reales para contener la inflación.