A contramano de las tradiciones ortodoxas que caracterizan al organismo, un documento oficial emitido por el FMI aseguró que la recomposición salarial no provocará una disparada inflacionaria. En Argentina, gremios rompieron los techos de las paritarias y apuntan a una fuerte compensación salarial luego de años de pérdida de poder adquisitivo.
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Diversos analistas sostienen que las elevadas tasas de inflación en numerosos países al mismo tiempo y que los mercados laborales continúen ofreciendo muestras de solidez alimentan el temor a una espiral alcista de los salarios que desemboque en un bucle inflacionario. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional consideró improbable que esto se materialice, atendiendo al análisis de episodios históricos similares.
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Al respecto, el organismo internacional apuntó que existen factores previos que contienen los riesgos: la caída acumulada de los salarios reales contribuyó a reducir las presiones sobre los precios y que los bancos centrales estén endureciendo agresivamente la política monetaria. De este modo, el organismo descarta que una recuperación del poder adquisitivo en los trimestres que se aproximan motiven un nuevo alza inflacionaria. En este sentido, remarcó que el análisis de episodios históricos con características similares al actual sugiere que estos "no tendieron a ser seguidos por una espiral de salarios y precios".
Qué pasa en Argentina con los salarios
Esta declaración del FMI debiera alejar al Gobierno de la idea fijar un ancla salarial para reducir la presión inflacionaria, ya que se presenta al organismo como el principal condicionante de generación de políticas redistributivas. Por el momento, los gremios mantienen el reclamo de reapertura de paritarias -en algunos casos el tercero del año- para recomponer salarios frente al avance de la inflación en los últimos meses, que acumula 56,4% en lo que va del 2022 y cerrará el año al borde del 100%. Los trabajadores reclaman no perder frente a la suba de los precios y recuerdan que desde el 2015 no pueden ganarle a la inflación.
Por ejemplo, el gremio de los bancarios viene de cerrar un acuerdo de actualización salarial del 94%, mientras que el inicio de las negociaciones paritarias en el sindicato de los camioneros estuvo marcado por un pedido de ajuste inicial en torno al 130%.
La inflación estimada en el proyecto para 2023 es del 60%, lo cual excede la expectativa del mercado. La última encuesta que realiza el Banco Central entre las principales consultoras económicas marca que este año terminará con un 95%, mientras que el año que viene se registrará una inflación de 84%. La visión del Gobierno para el año próximo es que el promedio de inflación mensual, que hoy oscila en el 7%, descenderá al 4% aproximadamente. Una baja mayor a 30 puntos porcentuales en el lapso de un año parece -a priori- poco probable.
Según el último informe del Indec, luego de ocho meses consecutivos de mejora en términos anuales, el promedio de los salarios se contrajo un 1,3% en términos reales (+68,8% nominal), explicado por una caída del 7% real (59% nominal) de los trabajadores del sector privado no registrado y del 1,3% real (68,7% nominal) de los trabajadores del sector privado registrado.
Todos los sectores presentaron pérdidas de poder adquisitivo a nivel intermensual. Sin embargo, se destacaron los trabajadores del sector privado no registrado, marcando una caída del 4,1% real, la mayor en 33 meses (desde septiembre de 2019). Fueron seguidos por los trabajadores del sector privado registrado con una contracción del 1,9% real.
Los menos afectados fueron los trabajadores del sector público, ya que prácticamente mantuvieron su nivel de poder adquisitivo (-0,1%real), producto de un aumento del 7,3% nominal a raíz de los incrementos paritarios pactados.
Durante los primeros siete meses del año, los salarios evidenciaron una caída del poder adquisitivo del 0,4% mensual promedio, aún cuando la dinámica inflacionaria no se encontraba tan exacerbada. Esa caída sería consistente con una pérdida real del 3,4% anualizado. Y lo que viene no parece alentador.
El Ministerio de Trabajo publicó el índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables de agosto. El aumento nominal fue del 4,6% contra una inflación del 7%. La caída interanual fue del 3,5% y en comparación con diciembre de 2019, se encuentra un 2,4% abajo.