El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró hoy que la baja de la inflación sigue siendo la prioridad en la zona del euro, por lo que consideró que siguen siendo necesarias las subas en las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BEC)
Según se difundió en la página web del organismo, la inflación en los 20 países de la Eurozona recién volvería en 2026 al objetivo del BCE del 2% anual, pronosticando una tasa del 5,2% para este año, 2,8% en 2024, y 2,1% en 2025.
En ese marco, los directores del FMI coincidieron en que llevar la inflación a esa meta sigue siendo la prioridad a corto plazo y que, a tal efecto, es necesario mantener una política monetaria estricta.
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"La mayoría de los directores subrayaron que se necesita un mayor endurecimiento de la política monetaria", apuntó la institución en su consulta anual prevista por el artículo IV- que realizó con los países miembro del área.
Además de subas de tasas de interés, los funcionarios señalaron que es necesario que el BCE continúe reduciendo su tenencia de bonos de forma gradual, aunque manteniendo la fijación de tasas como la principal herramienta de política.
Para el FMI, es necesario llevar esta postura no sólo en las medidas monetarias sino también al plano fiscal, y en ese sentido, consideraron esencial la reducción de los déficits, especialmente en los países más endeudados.
Para ello recomendaron, entre otros puntos, la eliminación gradual de las medidas de alivio enérgico fijadas el año pasado, tras la fuerte suba de precios que aconteció por la guerra entre Rusia y Ucrania.
En lo que respecta al crecimiento, el FMI fue optimista y evaluó que se recuperará gradualmente, tras el estancamiento que se registra desde la segunda mitad de 2022.
Esto vendrá de la mano de la mano de la recuperación del salario real, un mejoramiento de los constreñimientos en la cadena de suministro, y una demanda externa más firme, incluso pese al endurecimiento monetario.
En sus estimaciones, el FMI prevé un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la Eurozona del 0,9% para este año, 1,5% en 2024, 1,8% en 2025, y 1,7% en 2026.
De todos modos, el Fondo aclaró que la incertidumbre es muy alta y que las turbulencias en los mercados financieros podría llevar a una contracción en el crédito y a un incremento de la aversión al riesgo; al tiempo que una menor demanda externa podría afectar negativamente las perspectivas de crecimiento.
Lo mismo sucede con la inflación pues, de mantenerse, requeriría un ajuste monetario por más tiempo, lo cual pesará en la demanda doméstica.
Con información de Télam