El expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli advirtió por los términos del acuerdo con el FMI este año, particularmente sobre las metas de acumulación de reservas y el rumbo fiscal. A pesar de la reprogramación de objetivos consensuada hace un puñado de días, ni siquiera de esta forma es probable que el Gobierno logre alcanzar los resultados previstos. En este contexto se abren dos caminos: volver a renegociar o pedir un waiver amparado en el brutal impacto que tiene la sequía.
En conversación con El Destape, Vanoli analizó el escenario que le espera al Frente de Todos y la presión que ejerce el organismo que conduce Kristalina Georgieva: "El Gobierno tendrá que enfocarse en renegociar las metas ficales y monetarias de lo que resta del año. Dada la pérdida de ingresos fiscales, va a ser muy difícil cumplir las metas. El mundo se puso muy complejo y hay temor al riesgo global y una crisis financiera". En ese sentido, se explayó sobre las opciones que puede explorar Sergio Massa: "Hay dos alternativas, la mejor es plantear una renegociación de las metas en base al cambio de circunstancias internacionales, que está previsto en el acuerdo, y es de toda lógica porque van a caer los ingresos fiscales. El deficit aumentará sin tocar el gasto siquiera, que incluso tal vez haya que tocarlo moderadamente para paliar la crisis".
"El plan A es que el Fondo acepte que hay que cambiar las metas. La alternativa B es incumplirla y pedir un waiver amparado en la razón y la lógica. Si el Gobierno tratara de cumplir de cualquier manera forzando un ajuste del gasto, se profundizaría la recesión, con el consecuente aumento de la conflictividad social en tiempos electorales. Hay razones de sobra para renegociar luego de cumplir por cinco trimestres consecutivos", enfatizó Vanoli. Y subrayó: "Si se reúne Alberto Fernández con Joe Biden es una buena ocasión para plantear el reevaluar las metas con el FMI, teniendo en cuenta que la opinión de Estados Unidos es decisiva".
Metas incumplibles
Pese a que el gasto primario retomó el sendero de reducción real, el impacto negativo de la sequía en los ingresos tributarios ensanchó el rojo primario y puso en jaque el cumplimiento de la meta fiscal para el primer trimestre. El Sector Público Nacional No Financiero (SPNF) registró un déficit primario de $ 228.000 millones en febrero, el más deficitario de los últimos seis años en términos reales. A su vez, con unos intereses que rozaron los $ 258.000 millones, el déficit financiero en el segundo mes de 2023 se ubicó por encima de los $ 485.000 millones.
Con estos números, el rojo primario bajo la métrica del acuerdo con el FMI (EFF) acumuló $ 432.000 millones (0,3% del PIB) en enero-febrero, lo que sitúa al primer bimestre del 2023 como el más deficitario de los últimos 30 años en término reales. Frente al desequilibrio fiscal acumulado, el resultado primario en marzo debería ser prácticamente equilibrado para cumplir con la meta fiscal del primer trimestre ($ 441.500 millones).
La caída interanual en la recaudación se explica principalmente por la reducción en los Derechos de Exportación (-73%), producto del impacto de la sequía en la cosecha de trigo, el adelantamiento de la liquidación en diciembre dada la implementación del “dólar soja 2” y el incentivo del sector a retener a la espera de una nueva edición del esquema. Para cuantificar el impacto negativo de la sequía en las cuentas públicas: si la recaudación por Derechos de Exportación se hubiera mantenido estable en términos reales, el rojo primario en el primer bimestre habría sido apenas la mitad del acumulado efectivamente. De hecho, los Ingresos Tributarios al excluir las retenciones cayeron apenas un 1,7% real en febrero.
A inicios de marzo, el Gobierno acordó con el Fondo una reducción en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023 ante el el efecto de la sequía sobre las exportaciones, al tiempo que mantuvo sin cambios la meta de 1,9% del PBI de déficit fiscal para este año. La decisión forma parte del acuerdo a nivel técnico alcanzado por las autoridades argentinas y el personal del FMI sobre la cuarta revisión bajo el acuerdo de facilidades extendidas, que deberá ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo multilateral antes de fin de mes.
En ese sentido, fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que la nueva meta implica "llegar a fin de año con una acumulación de aproximadamente US$ 2.000 millones menos", aunque evitaron dar precisiones sobre el sendero de acumulación para cada trimestre, ya que no se pueden hacer anuncios oficiales sobre los objetivos hasta tanto el Directorio del FMI termine de aprobar el acuerdo alcanzado a nivel del Staff con el Gobierno.
En diálogo con este medio, el economista de la consultora Ecolatina, Santiago Manoukian, apuntó: "Todavía no sabemos cuánto se flexibilizará la meta para el primera trimestre. El comunicado del Fondo reconoce parcialmente el impacto de la sequía sobre las exportaciones". En este sentido, alertó: "Recortando la meta de US$ 3.000 millones para marzo, igualmente el Gobierno está muy lejos de cumplir esa meta. Según el criterio del FMI, las reservas netas se ubican en torno a los US$ 1.000 millones y aún contemplando ese achicamiento, y captando US$ 1.700 millones provenientes del desembolso, todavía faltarían casi US$ 2.000 millones para arribar a la meta. Mientras tanto, el BCRA sigue perdiendo reservas todos los días".
"Hoy, lo mas relevante no es cumplir con la meta, sino que tenés un nivel de reservas muy bajo para defender la paridad del tipo de cambio oficial y evitar un salto abrupto. El FMI dice `lleguemos a un punto medio en al negociación: Te reconozco parcialmente el impacto de la sequía pero te pido esfuerzos para llegar a la meta del primer trimestre´", afirmó el economista. Pero en el mediano plazo, el panorama tampoco luce de la mejor manera: "Las metas se volverían mas exigentes para fin de año porque recortaron menos la del cuarto trimestre. Ente abril y diciembre será más exigente y muy difícil cumplir... lo vemos muy improbable con este panorama".
En cuanto al plano fiscal, "nunca se descarta la posibilidad de que se repita la misma estrategia utilizada por las autoridades en junio y diciembre del 2022 para cumplir con las metas: atrasar la cancelación de pagos (dada que la meta se mide en base caja) e incrementar la deuda flotante", precisó un informe de Ecolatina. En tal sentido, "la dependencia que muestra el Tesoro del mercado de deuda en pesos obligará al Gobierno reencauzar el sendero hacia la consolidación fiscal para mantener acotadas las necesidades de financiamiento. No obstante, el sendero de reducción real del gasto no será sencillo de mantener, más aún en un año electoral", concluyó el documento.