El vicepresidente del Banco Central (BCRA), Sergio Woyecheszen, aseguró hoy que el gran desafío para el financiamiento de lo que viene es recuperar la moneda nacional, y afirmó que hay dos años y medio para mostrarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) que es posible sostener un proceso propio de crecimiento.
Woyecheszen sostuvo que no hay nada peor para la macroeconomía argentina que la vulnerabilidad externa que genera el endeudamiento acelerado en una moneda que no es la propia.
Tenemos que construir de nuevo la salida y tratar de volver a tener soberanía para decidir cómo resolver los problemas, y en esa construcción nos tenemos que dar la discusión de qué tipo de gasto y hacia dónde y cómo financiarlo, remarcó el vice del BCRA a la radio AM 750.
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En ese sentido, dijo que lo ideal es tener un mercado local de deuda, donde la construcción de esa moneda que se necesita para transformar en definitivos todos los parámetros estructurales de la macro argentina tiene que premiar también el ahorro de la gente.
Es totalmente anómalo en el mundo que tu única fuente de financiamiento sea el Banco Central, aseguró el funcionario, y expresó que la mejor forma de financiamiento es que sea tu propia moneda para no perder soberanía y no generar incertidumbre.
Respecto de las tarifas, afirmó que el gobierno de Cristina (Fernández de Kirchner) trató de resolverlo desde 2010 y se está buscando desde entonces la fórmula, y agregó que es preciso decidir como sociedad cómo vamos a segmentar este tema para no tener que dedicar un montón de recursos que en muchos casos no son justificables.
La Argentina venía de más de dos años en un régimen de alta inflación y con una crisis de deuda no solo en el frente externo, sino también en el interno; en donde el gobierno anterior tuvo hasta la perlita del default de la deuda en pesos, puntualizó Woyecheszen.
En este sentido, explicó que en un programa típico del FMI te pedían devaluación para corregir el desequilibrio externo, que aumenten las exportaciones, que bajen las importaciones, y, como eso seguramente impacta en la inflación, había que hacer una fuerte contracción del gasto, además de privatizaciones y de la típica reducción de jubilaciones.
Ese es el típico programa del Fondo, y nada de eso está planteado acá, aseguró el funcionario, quien afirmó que no se va a afectar el gasto real, sino que es un programa que no pide recesión, no pide salto cambiario, y tenemos dos años para ir recortando la caída de los salarios reales y con eso generar empleo; dos años y medio para recuperar el gasto real, principalmente en lo que hace a inversión, concluyó Woyecheszen.
Con información de Télam