El Interventor del ENARGAS, Federico Bernal, se refirió al lanzamiento de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que fue presentado por el presidente Alberto Fernández, y destacó los beneficios que traerá a la Argentina este proyecto. Al mismo tiempo, señaló que “es la obra de infraestructura más importante desde mediados del siglo pasado”.
En diálogo con El Destape Radio, el funcionario explicó que “el sistema de transporte está prácticamente saturado" y manifestó que "si no se aumenta la producción ni venir nuevas inversiones si no se aumenta la capacidad de transporte”. A su vez, resaltó: “A pesar del salvaje crecimiento tarifario, la expansión se estancó durante el gobierno de Macri”.
Por otra parte, el interventor de ENARGAS señaló que “el uso que se va a dar va a ser el que necesite el país…energía eléctrica, servicio doméstico, industrial, petroquímico. Este gasoducto va a permitir liberar al que une Vaca Muerta con Bahía Blanca”. Respecto al ahorro económico, Bernal explicó que “mediante los datos que viene desarrollando ENARSA, los cálculos que están haciendo y nosotros compartimos, con el precio y la demanda actual, se van a ahorrar 1500 millones de dólares para finales de 2023”.
Cuál es la importancia del gasoducto Néstor Kirchner
El gasoducto Néstor Kirchner será un componente medular del conjunto de obras tendientes a ampliar la capacidad del sistema de transporte de gas y optimizar su utilización: permitirán transportar una capacidad final de 39.000.000 m3/día.
Entre los beneficios tendrá la reducción gradual de importaciones de Bolivia hasta reemplazarlo completamente. Abastecer el mercado interno de forma competitiva, sustituyendo totalmente, en una primera etapa, el GNL importado en Bahía Blanca y el uso de combustibles líquidos o Escobar, en una etapa final. Acceder a todas las zonas de demanda doméstica, incluyendo el norte del País y el GNEA. Y reforzar el suministro al área GBA y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras adicionales.
La primera escala del gasoducto será en Salliqueló, en Buenos Aires, aumentando en 11.000.000 m3/día el suministro a usuarios y usinas de AMBA durante el invierno 2023, reemplazando importaciones de combustibles con gas de Vaca Muerta.
La cabecera del gasoducto estará en Tratayén, provincia de Neuquén, para inyectar desde Vaca Muerta la producción de gas que hoy no puede evacuarse por falta de capacidad de transporte.
La escala final será San Jerónimo en Santa Fe y desde aquí, realizando obras en el actual sistema norte de gasoductos, se podrá abastecer el GNEA, reforzar el suministro de las provincias del NOA y los excedentes poder exportarlos a Brasil.